Ser parte de la ToMan no es fácil. ¿Tener un novio pandillero? Mucho menos. ¿Serás capaz de impedir sus impulsos? Ya lo veremos.
«Se recomienda utilizar el tema oscuro.»
- Baji x fem reader.
- Los personajes no me pertenecen.
- Créditos respectivo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
5años después.
—Hijo, ya es el tercer gato.— Habló Chifuyu. Yo veía la escena desde atrás sin que me notaran.
—Pero papá, es sólo un gatito más.
—Lo mismo dijiste con el anterior.
—Pero no tiene collar... Estaba solito.— Hizo un puchero, gesto que le era imposible resistirse a Chifuyu, quien ahora portaba un cabello negro.
—Bien, bien.— El niño sonrió mostrando sus colmillos. —¿Quieres acompañarme a la tienda?
—¡Sí!
—Vamos entonces, Kazutora debe estar esperándonos.— Buscó unas cosas en la sala de la gran. —Vamos a despedirnos de mamá.
—¡Mami! ¡Ya nos vamos!— Salí de mi escondite haciéndome la desentendida.
—¿Ya se van?— Me incliné a la altura del pequeño ya no tan pequeño. Este me abrazó y yo pasé mis manos sobre su espaldita.
—¿No quieres acompañarnos?— Chifuyu apareció por el pasillo.
La puerta sonó y el pequeño corrió a abrir la puerta rápidamente.
—¡Yo voy!— Ambos nos acercamos detrás del infante. —¡Tío Tora!
—Cada vez estás más grande, ven aquí.— Kazutora apareció con mi hijo en brazos. Ya tenía su cabello increíblemente largo igual que nuestro pelinegro.
—¿Cómo están?
—Bastante bien.— Me acerqué a arreglar la playera del pequeño que aún estaba en los brazos de su tío.
Kazutora se había vuelto muy cercano a nosotros, más específicamente a mi hijo y a Chifuyu, con quien tenía una tienda de mascotas.
—¿Nos vamos?— Habló Chifuyu con sus cosas en las manos. Los dos otros muchachos asintieron. —Nos vemos luego.— Besó ligeramente mis labios.
—Deben estar antes de las 7, los chicos llegarán como a esa hora.— Les recordé. —Cuídense y tú enano, pórtate bien.
—Luego volvemos.
—¡Adios ____!
—¡Adiós mami!
Los tres salieron de la casa dejándome sola. La señora Baji se encontraba de viaje junto a unas amigas hace un par de días, teníamos una buena situación como para proporcionarle esa clase de regalos. Me sentía en deuda eterna con esa mujer. Amaba a su nieto con locura y cómo no hacerlo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.