Ser parte de la ToMan no es fácil. ¿Tener un novio pandillero? Mucho menos. ¿Serás capaz de impedir sus impulsos? Ya lo veremos.
«Se recomienda utilizar el tema oscuro.»
- Baji x fem reader.
- Los personajes no me pertenecen.
- Créditos respectivo...
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—Puja ______.— Baji a mi lado sostenía mi mano con fuerza. Su cabeza estaba apoyada en la camilla. —Puja con fuerza.
—Quiero golpearte.— entre quejidos y con la respiración agitada me dirigí al que me había puesto en esta situación. —Si pudiera dejarte calvo de un tirón, lo haría.
—Me asustas.— levantó la cabeza mirándome angustiado. —Después tendrás tiempo para golpearme todo lo que quieras.
—Un poco más, ya viene.— el dr habló.
—A la mierda.— dejé mi cabeza hacia atrás dejando salir gritos de dolor. —Ay Dios.
—Tu garganta, no grites por favor.— la voz del pelinegro era apenas en un susurro. Estaba asustado y muy pálido. —Vamos gatita, un poco más. Ya luego nos reiremos de esto.
Inmediatamente mi expresión se tornó a seria intentando matarlo con la mirada.
—Está saliendo, aquí viene.— un movimiento me sacudió, acompañado de un potente llanto. —Es un niño muy fuerte.
Mis lágrimas salieron observando a un Baji anonadado.
—Conoce a tus padres.— la enfermera acercó al pequeño bulto que no dejaba de llorar a mi pecho. —Eso es.
Me sentí en paz, cuando a nuestro abrazo se unieron dos fuertes brazos que conocía a la perfección.
—Eres igual de hermoso que tu madre.— habló suave acariciando con su mano izquierda, la mejilla del pequeño. —No les faltaré nunca.
Besó nuestras cabezas y los especialistas se llevaron a Kei.
—Ven a cortar el cordón.— carraspeó y se acercó temeroso, más no pude ver.
Aplausos por parte del personal de salud no se hicieron esperar. La cara del pelinegro lo delataba, derramaba felicidad.
Nuestras miradas cómplices se encontraron con una sonrisa que decía más que un "Lo logramos".
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Kei 3 meses.
—Levanta un poco más su cabeza, hijo.— la señora Baji orientaba al pelinegro como cargar correctamente a Kei. —Eso, que la mamadera no quede tan inclinada.
