Final Alterno (3)

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La mamá de Baji apenas había salido me pidió ingresar a la habitación. No dudé y lo hice, pero cada vez que me acercaba a la puerta a través del pasillo, me hacía pequeña.

Sostuve el pomo de la puerta con mis manos temblorosas y con lentitud la abrí. Ahí estaba él.

Apenas di un paso dudé del siguiente, pero bastó el encuentro de nuestras miradas para decirnos todo.

—____.— dijo con la voz grave tan típica de él. Estaba asombrado, ansioso, hasta nervioso.

Caminé a la camilla, por suerte sólo tenía conectado el oxígeno. Me acerqué para observar detalladamente.

Lo extrañaba, todo de él.

Acaricié sus mejillas, ya no estaban frías. Mi mano fue atrapada por la de él, proporcionándole un beso en el dorso.

Sentí aquello que te hace sentir vivo pero tan irreal.

—Te dije que no iría a ninguna parte.— mis ojos se cristalizaron y me aferré a él, que no tardó en corresponder. Me envolvió en esos brazos que han sido mi mejor refugio y sentí su corazón latir.

—Tuve miedo.— lloré.

—Yo también...— agarró mi rostro entre sus manos alejándome de él para verme a los ojos. —De no estar contigo, de no ver crecer a nuestro hijo.— me sorprendí por lo último pero cuando quise hablar, me respondió la duda de inmediato. —Sé que somos jóvenes, y que no es una decisión que no pasa sólo por mí. Pero, si decides tenerlo, nada me haría más feliz que tener un hijo contigo.

Sus palabras dieron de lleno en lo más profundo de mi corazón.

—No será fácil.— aún con mi rostro húmedo le sonreí.

—Claro que no lo será, será más difícil que la mierda... Pero, no estamos solos.— limpió todo rastro de lágrimas en mi cara. —Ahora... ¿Me harías el honor de permitirme besarte?

Reí por su tono pero me dejé besar y lo besé de vuelta.

Puso sus manos en mi cuello y mejillas para acercarme aún más a él. Era un beso necesitado, o más que eso si era posible.

Creía haber olvidado la textura de sus labios, el compás de nuestras lenguas haciendo contacto y aquellos quejidos que salían de su boca mediante la intensidad subía.

—Te amo.— murmuró cerca de mis labios. —Te amo en esta y en todas mis vidas.

—Y yo te amo—

—¡Baji—San!— el impacto de la puerta abrirse me interrumpió.

Nos dirigimos a ver a un Chifuyu muy emocionado que corrió en nuestra dirección.

Algo había cambiado en la cara de Baji. Su mirada, algo nuevo.

 Su mirada, algo nuevo

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𝐈𝐍𝐌𝐀𝐑𝐂𝐄𝐒𝐈𝐁𝐋𝐄 | Baji Keisuke ✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora