Ser parte de la ToMan no es fácil. ¿Tener un novio pandillero? Mucho menos. ¿Serás capaz de impedir sus impulsos? Ya lo veremos.
«Se recomienda utilizar el tema oscuro.»
- Baji x fem reader.
- Los personajes no me pertenecen.
- Créditos respectivo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Golpes iban y venían. Mikey daba sus increíbles patadas y Draken a pesar de estar golpeado, seguía en pie.
Por mi parte, ya había recibido considerable puños. A diferencia de los chicos, no tengo una increíble resistencia.
-¡Afirmenla!- Quise forcejear para zafar el agarre de mis brazos pero me era imposible. -¿No te gustó golpearme por la espalda? ¿Eh?- Se acercó y me tomó del mentón. -Eres muy linda como para golpearte el rostro. Pero seré considerado y te partiré la cabeza.- Golpeaba ese palo que tenía contra su mano para asustarme.
-Qué hijo de puta más cobarde.- Dije mirando al piso. -Sueltame y peleemos.
No pudimos continuar con nuestra agradable conversación porque el firme agarre que estaba teniendo en mis brazos fue liberado.
Un peliazul estaba golpeando a ambos individuos.
-¿Estás bien?- Preguntó aún desde el piso golpeando a uno de ellos.
-Mierda Hakkai, de la que me salvaste.- Estaba intentado regular mi respiración. -Gracias.
Conté mentalmente, dos habían sido golpeados. Bien, falta el tercero. Busco con la mirada y lo localizo, pero veo a Baji esquivarle un golpe hacia abajo y destrozarle el mentón con su puño hacia arriba.
Bueno, no queda ninguno.
Sin esperar, corro a golpear más sujetos. Entre maldiciones pelee hasta sentirme nuevamente agotada. ¿Qué mierda?
Mitsuya estuvo a punto de ser atacado por atrás así que me enfoqué en el hombre y corrí.
Me colgué de los hombros del sujeto y me impulsé hacia arriba. Giramos dejándolo en el piso apretando en una llave, su cuello.
-Ahg.- Se quejaba por lo apretado que estaba.
-No estoy apretado lo suficiente aún.- Quise sonar arrogante.
-¡PEH!- El grito de Mikey nos desconcertó a todos. Incluso al que tenía bajo mis piernas y brazo.
Se escucharon murmullos de diferentes personas cuestionando la habilidad de nuestro líder.
Claro, no lo han visto. No los culpo.
-¡Lo del invencible Mikey es puro cuento!- Exclamó un grupo que corría furioso hacia el rubio. Pero qué podemos esperar.
De un golpe fueron a volar.
-¿Po-r qué no vas a a-ayudarlo?- Había olvidado por un segundo que estaba trabando a alguien.
-Shh, calladito te ves más bonito.
-¡Peh! ¡¿Por qué atacaste a Kenchin?! - La discusión entre los dos se escuchaba por todo el campo de batalla. -¡Sabias que había hecho las pases con Kenchin!- Mientras Mikey se acercaba a Peh, los de Moebius creían que podrían detenerlo. Ilusos.