Ser parte de la ToMan no es fácil. ¿Tener un novio pandillero? Mucho menos. ¿Serás capaz de impedir sus impulsos? Ya lo veremos.
«Se recomienda utilizar el tema oscuro.»
- Baji x fem reader.
- Los personajes no me pertenecen.
- Créditos respectivo...
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Luego del sutil encuentro con mi familia. Baji me trajo a un lugar que solía visitar con Kazutora cuando se sentía agobiado y desde el encierro de su amigo, asistía en soledad.
Estábamos en un amplio campo verde, era una especie de basural. Habían autos desarmados y partes de estos. Trozos de madera y un sinfín de desperdicios.
—¿Dónde estamos?— Pregunté.
—En el paraíso.— Sus ojos brillaban como un niño frente a un juguete nuevo. —Espera aquí.
Se perdió por los caminos formados entre los montones de basura. Miré a mi alrededor inspeccionando el lugar.
De un montículo de latas apareció Baji con su camisa algo desabrochada, su cabello suelto, una mano dentro del bolsillo de sus pantalones y en la otra cargaba un bate sobre su hombro.
—¿Lista?— Sacó a la vista sus afilados colmillos. Bastó una sonrisa mía para saber la respuesta. Me ofreció una mano. —¿Vamos?
La tomé y me pasó el bate de madera. Me acerqué a un auto rojo que había llamado mi atención desde que llegamos, estaba completo con todas sus partes. Una que otra abolladura tenía.
Lo miré tranquila pero por dentro sentía que explotaría.
—Vamos... Desquítate.— Lo miré buscando una pisca de humor en su mirada pero solo había emoción.
Respiré profundo y posicioné el bate detrás de mi cabeza. Moví mis manos sintiendo la suavidad de este. Lo sostuve con fuerza en tanto por mi cabeza pasaban todos esos momentos donde la ira se apoderó de mi cuerpo, cada frase y palabra que me hizo perder los estribos.
Me dejé llevar y estrellé el objeto contra el vidrio de la ventana.
El impacto resonó en mi cabeza.
"—No iré a ningún lado contigo.— ¿Qué acaba de decir?"
Los vidrios saltaron en cámara lenta y con cada choque sentía mi cuerpo y mente ser liberados.
"—Saca a estos dos de aquí.—"
Otra vez impactó la madera contra otra ventana.
Mierda, se siente tan jodidamente bien.
"—Saca a esta zorra de acá.—"
Gracias al impulso de Baji subí al techo del pobre auto y me fije en su parabrisas.
