Ser parte de la ToMan no es fácil. ¿Tener un novio pandillero? Mucho menos. ¿Serás capaz de impedir sus impulsos? Ya lo veremos.
«Se recomienda utilizar el tema oscuro.»
- Baji x fem reader.
- Los personajes no me pertenecen.
- Créditos respectivo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La luz de la ventana dió de lleno en mis ojos. Me sentía extrañamente bien después de todo lo que había pasado.
La sensación de paz me invadía. Sentir que había cerrado una etapa me calmaba. Creer en que una nueva oportunidad se me había ofrecido para ser feliz completamente, me llenaba internamente.
Sonreí aún con los ojos cerrados y me giré para sentir el torso de Baji, pero al mover mis manos no estaba. Abrí los ojos y dónde suponía que dormía estaba frío. Lo que significaba que hace rato se había levantado.
Me estiré y tras mirar si estaba su ropa en el suelo bajé a la cocina creyendo verlo ahí pero nuevamente, no estaba.
Extrañada subí a bañarme y ponerme el uniforme. Hoy había clases.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Caminaba por el pasillo y la multitud para llegar a mi sala de clases y aún con la incertidumbre dentro de mí, me desvié en dirección al salón de mi amado pelinegro.
Me acerqué a la puerta y posterior hacerle señas a una chica, esta se acercó a mí.
—Hola... Este... ¿Baji está por ahí?— Pregunté nerviosa.
—Oh, no ha llegado.— Me sorprendí. —Pero cuando lo haga le diré que lo estás buscando.
—Muchas gracias.— Le ofrecí una sonrisa y volví a caminar.
Un sentimiento extraño comenzó a aparecer. ¿Mi imaginación? Espero que sí.
—¡Hey _____!— Me detuve y giré en mi posición para apreciar a lo lejos a un compañero de clases. —¿Estás ocupada?
—¿Qué ocurre?
Lo vi dudar por un segundo.
—Quería saber si podríamos hacer el traba-
—Quítate.— Tras empujar su cabeza, Chifuyu apareció en mi campo visual. —¿Por qué no me esperaste para venir a clases?
—Yo estaba hablando con _____.— Recriminó el sujeto de nombre que desconocía.
Bastó una mirada asesina del ojiceleste para que su seguridad flaqueara completamente. Así como llegó, se fue.
—¿Ah? Yo pensé que habías venido con Baji.— Enfoqué mi vista en mi amigo.
