14.

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— qué son estas horas de llegar — dijo papá desde su sillón apenas entre a la casa.

— sabes donde estoy siempre papá que te preocupa

— no me preocupa, no quiero que estés con ese chico

Pare en seco y lo miré.

— ni siquiera te has tomado el tiempo de conocerlo y, créeme que si lo hicieras es el tipo de chico que querrías para mi

Él me miró ingenuo, como si quisiera decirme en la cara "tu de verdad no sabes de lo que estoy hablando".
Había pasado un mes desde que "salíamos" con Peter, cada día estabamos juntos de mañana a tarde y en la noche me quedaba hasta tarde para ver como estaba luego de sus peleas nocturnas.

— desde que lo conoces tu cambiaste, no me interesa saber de un chico así

— yo no cambie

— nunca antes me habías mentido, hija — lo miré sin entender y él comenzó a dar vueltas a mi al rededor mirando el techo — esa vez que te pedí que me cuentes sobre el...¿vive solo? ¿sus padres murieron? no me sorprendería que ni siquiera tenga 16

Mi corazón empezó a latir muy rápido.

— no te mentí

— envié a unos compañeros ______, sé mucho más de lo que piensas sobre ese niño y tu

Sin pensarlo mucho lo empuje con todas mis fuerzas haciéndolo retroceder unos cuantos pasos.

— ¡estuviste espiandome!

— ¡no tendría que haberlo hecho si no me hubieses mentido!

— ¡yo no te menti!

— ¿no? ¿entonces que? ¿debo suponer que la mujer que vive con él es un fantasma?

— es su tía

— oh su tía — dijo riendo irónico.

— si, su tía y es todo lo que tiene por qué NO TE MENTI, sus padres murieron

Esboso una gran sonrisa, y se alejó de mi hasta su sillón para tomar sus cosas y dirigirse hacia las escaleras.

— bien, buena chica...y preguntale a ese niño como le fue en su pasantia con Stark

Lo miré desde mi lugar con un claro gesto de desagrado y él subió las escaleras hacia su habitación.

— viejo loco — susurré.

Me lancé en el sillon y tomé una almohada llevándolo a mi rostro para soltar probablemente el mayor grito de mi vida.

Solo quería una vida normal que mi papá nunca se haya obsesionado con Tony stark y poder ser de esas chicas que hablan con sus padres sobre que quisiera convertirme en una avenger sin sacarlo de quicio.

Y ahora con Peter siendo spiderman y el mayor pupilo de Tony era aún más difícil. Y ahora su odio es mucho más evidente sabiendo que públicamente tenía una pasaría con su "mayor enemigo".

A decir verdad a penas yo misma voy descubriendo la historia verdadera de mi propia vida.

Sin darme cuenta unas lágrimas habían caído y deslizado por mis mejillas, solo quería ser feliz y tener una vida normal y creo que por eso me aferro tanto a Peter ya que irónicamente él es mi único momento de calma en todo esto.

Y no lo perdería por nada.

_____

— ¿tienes idea de como era tu vida antes de conocernos?

Estábamos Peter y yo recostados bajo el mismo árbol donde descubrimos que ambos sentíamos cosas por el otro pero meses después.

Habían pasado demasiadas cosas, desde la última charla con mi padre cada vez lo vi menos y menos; no volvía a casa y cuando él estaba, yo no.
Nos habíamos encontrado veces contadas realmente y no sabíamos nada de en lo que estaba el otro.

Como...dos extraños.

Con Peter todo iba bien, me sentía parte de su vida heroica ya que siempre me contaba con quien peleaba o quien atormentaba las calles en ese momento.
Ya saben, el tipo de noticia que no te enteras por los diarios ya que no lo publican para no "generar pánico".

Continuamente me quedo en las noches con el curandolo y desde que papá no aparece en casa dormimos juntos.

Pero hace unas dos semana que de repente Peter dejó de mencionar a enemigos o todo lo que tuviera que ver con su vida de superhéroe. Con mucha suerte me permitía si quiera curar sus heridas.

— ¿a qué te refieres?

Peter se enderezó mirandome.

— yo sé que estuve mucho tiempo mal por la muerte del señor Stark pero francamente no tengo una sola memoria de como era todo antes de ti

Lo miré sonriente y lo tomé de sus hombros haciendo que se recostara en mi para poder acariciar su cabello.

— espero eso sea bueno

— muy — dijo relajado por como rascaba su cabeza — gracias, de verdad...te amo

Abrió sus ojos esperando respuesta de mi parte, era el primer "te amo" de nuestra relación.

— yo también te amo — dije cerca de sus labios.

Sonrió tranquilo y nos unimos en un cálido beso.

Pasaron las horas y nos fuimos a su departamento, donde al poco tiempo el ya estaba colocandose el traje y saliendo a "controlar el vecindario".

Lo miré con mil emociones en el pecho, era una mezcla rara de orgullo y miedo a que le pasara algo que tuve que reprimir desde que soy yo la que lo espera todas las noches cuando sale.

Hoy quedamos en que no me quedaría, y que tratara de llegar lo menos herido posible. Quería ir a casa y estar un momento allí sola, en mi espacio.
Aunque claramente lo obligué a que debería llamarme apenas llegue ya que me cuesta dormir si no se que ya esta en su casa.

Ya en casa, entre con cautela por si milagrosamente papá estaba durmiendo.

— ¿hola? — grité y el silencio invadió.

Absolutamente nadie.

Subí por las escaleras, no tenía ganas de cenar, probablemente vería alguna serie.
En lo que más caminaba más cosas me llamaban la atención; había cosas fueras de lugar, y un cierto crujido en la tablas de madera que me inquietaban.

— ¿papá?

De a poco deje mi mochila en el suelo al ver una de las luces encendidas.

— papá...

De pronto vi una gran figura salir de allí, tenía todo el rostro cubierto por una especie de máscara y al verme quedó igual de desconcertado que yo.

— y definitivamente tu no eres mi papá

Salió corriendo por mi lado haciendome reaccionar y no de una manera muy coherente ya que mi manera de llegar más rápido que él al primer piso fue lanzarme por la baranda del balcón interno del segundo piso cayendo, MUY afortunadamente, en el sofá de la sala de estar.

La figura rara me miró atónita lo que me dio tiempo de correr hacia él literalmente trepandome sobre su hombro ya que considerando mi tamaño no habría otra forma de que pudiera hacer algo.

— no te metas — sonó una voz sumamente profunda, casi robotica que me desconcertó lo suficiente para que el me bajara a fuerza de su persona estampandome contra el suelo.

— bueno, había llegado lejos — susurré para mi misma totalmente adolorida.

Jugar con fuego | Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora