Capitulo 12

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Narrador omnisciente

-¿Diga?

-Necesito verte... tengo nueva información.

-Nos vemos en el mismo lugar de siempre, ya sabes la hora.

-Bien... -Corto la llamada y salgo rápido al lugar de siempre, ya que no falta mucho tiempo para eso.

Duro media hora conduciendo, hasta que bajo del auto y compro un helado. Me pongo los auriculares sin poner ninguna música, y tatareo palabras al azar. Camino a pasos decididos hacia la misma banca de siempre, me siento todavía tatareando y él habla.

-¿Cómo te ha ido? -Farfulla como si nada, leyendo su periódico, todo despreocupado.

-Vamos al grano... ¿Cuál es la nueva información? -Una sonrisa ronca brota de él y ruedo los ojos con fastidio.

-Que humor de perros... ¿Recuerdas que me mandaste a averiguar sobre el atentado de ella? -Asiento. -Fue un chivo grande que mando el atentado, quieren quedarse con su puesto, ya sabes, el padre la dejo muy bien posicionada y ella subió más de rango.

-¿Tienes nombres?

-Bruno Ramírez, tiene el segundo cartel más grande, es mexicano... pero me enteré de buena fuente, que hay alguien más mandándolo a él, pero no he podido averiguar quien es, solo se que quien sea lo único que quiere es muerta a Gisselle.

-¿El peligro es muy grande? -Asiente.

-Si... estamos hablando de Bruno Ramírez. Quien tiene un sicario muy bueno. No se va a cansar hasta verla morir.

»Lo raro de todo esto es que Bruno está siendo mandado por otra persona, todo está muy turbio.

-¿Tampoco sabes los planes de Gisselle?

-Hasta allá no llego, sabes muy bien que ella tiene todo muy bien guardado e información no sale así de fácil. Además sobornar a alguien ahí tampoco sirve, saben que terminaran muertos si ella se entera.

-¿Tan peligrosa es? -Curioseo.

-Es un arma letal, poderosa, fuerte y sobretodo hermosa; todo lo utiliza para su uso y beneficio.

[........]

Gisselle

Salgo de mi oficina en busca de mi guardaespaldas que no contesta su celular, y me estresa... Después de todo es su hora de trabajo.

Mi vista se fija en el ascensor, cuando abre sus puertas él sale de el a paso lento y desbordando sensualidad y magnetismo en casa paso. Tiene su maletín en su mano izquierda y su celular en la derecha, camina a paso despreocupado.

Fija su vista en mi y me sonríe de lado, con picardía. Cuando llega hasta mi, suspiro.

Que hombre.

-Buen día, jefa -susurra con picardía.

Que buen humor tiene hoy.

Le sonrió de lado, y lo hago pasar.

-¿A qué debo su visita?

-Vine a cosas de trabajo, ya que la última vez que nos vimos no fue muy bueno que digamos.

-No me agarró en buen momento.

-Se noto. -Toma asiento, haciendo pausa al hablar y cruza sus piernas. No pierdo detalle de sus movimientos. -Quiero saber si todo está en regla con sus negocios.

-¿Por qué esa pregunta? -Farfullo.

-Porque quiero saber si me voy por las buenas, o por las malas. No me gusta perder un caso. -Su declaración me saca de mis cavilaciones, no esperaba algo así. Aún así todavía hay algo en él que no me termina de cuadrar, siento que miente. Pero, no se puede negar que siento una increíble tensión sexual hacia él, me atrae y mucho. Solo espero tener un acostón con él y espero que todo la tensión acabe, será lo mejor.

Caída ApasionadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora