Gisselle
—¿Qué necesita de mi, preciosa? —se toma el atrevimiento de decirme preciosa y parece que no le es suficiente porque me sonríe de forma coqueta. Enarco una ceja desafiante y sonrío también, ya saben para igualar todo.
Lo repaso de pies a cabeza, y si, se ve mejor en la foto... Está es para comérselo.
Mantenlo profesional.
Aun así hay algo en él que no cuadra... me parece, conocido, no se, tal vez solo este pensando mal.
—¿Ya sabe a que vino aquí, por lo menos? —Asiente. Toma asiento y su rostro cambia a uno serio, listo para hacer negocios.
—A ser el remplazo de mi hermano...
—Bien... Le voy a entregar unos papeles, es una demanda a mi empresa. Necesito que gane el caso, no quiero errores y sobretodo no intente saber más de la cuenta; trabajará con la información que yo le de, nada más —Asiente de nuevo... Su hermano, sabía todo, pero a él no le tengo confianza, para nada. Así que, por ahora estará a prueba.
Su postura demandante y su rostro imperturbable a la hora de hablar de trabajo da mucho que decir, así que solo le damos el beneficio de la duda.
—Bien, ¿necesito saber de qué es la demanda? —Habla tajante...
Hay una duda que no me deja tranquila, por eso me atrevo y casi hago la pregunta...
—Señor Evans, ¿le puedo hacer una pregunta? — Asiente de nuevo. Flexiono los brazos y me echa un poco hacia adelante, buscando más comodidad... pero él baja la vista a mi escote que de está forma se ve más pronunciado. Sonrío al verlo tragar fuerte, ¿no y que muy profesional?
》¿Qué pasó con su hermano? —Se encoge de hombros antes de responder.
—No lo sé —Susurra con la voz enronquecida... Carraspea.
》Sólo se que hace dos días me llamó para pedirme ayuda; le debo favores así que acepte. Se oía desesperado, me dio la información y tuve que arreglar varias cosas de mi trabajo en Italia antes de venir acá. Por eso llegué anoche —Frunzo el ceño no muy convencida. Algo no cuadra.
—¿Y no quiso saber por qué sonaba desesperado cuando lo llamó? —Se acomoda mejor en el asiento para estar más cómodo, antes de responder.
—Si, pero estaba en una junta bastante importante. Cuando intente llamarlo no respondió más, me dejó la información del caso y con eso fue suficiente para mi —Habla tranquilo, y como dije antes, le daré el beneficio de la duda.
Chasquea la lengua y me pongo de pie... Camino a pasos lentos y miro fijo la hermosa vista que se ve desde acá arriba.
Es increíble como se ven las personas tan insignificantes desde acá arriba.
—Esta bien. Mañana le envió con uno de mis chóferes los papeles —Habló al fin.
—Si eso es todo ¿me puedo retirar, jefa? —De inmediato me doy la vuelta y camino hacia él, de forma sensual. Mis tacones son el único sonido que resuena en la oficina; mis caderas se mueven de un lado a otro, irradiando sensualidad por cada paso que da, lo sé, se muy bien el poder que tengo en los hombres.
—¿Cuánto me va a cobrar por el trabajo señor, Evans? —Susurro sensual... Enarca una ceja y me sonríe.
—Supongo, que ya tenía un precio acordado con mi hermano —Se pone de pie de repente y retrocedo por inercia.
—Bien, no creo que este desconforme con el pago entonces —Niega y toma su maletín para irse.
—Eso es todo entonces, estaré esperando mañana esos papeles y cualquier cosa yo le estoy informando. Yo me retiro, hasta luego jefa —Me estremezco al sentir su boca cerca de la comisura de mis labios... Me separo como si su contacto quemara y siento que ya lo conozco.
Él me detalla con duda, y se separa al momento.
¿No estoy mal, verdad?
—Hasta luego, Señor Evans —Sale de la oficina al fin, y suelto el aire que no sabia que tenía retenido. La tensión entre los dos era muy grande, ¿por qué?
{......}
Narrador omnisciente
Comienzo a desvestirme para tomar una ducha... necesito trabajar en el caso de la famosa y peligrosa Gisselle Becher; y para eso necesito la mente fresca.
No entiendo como una mujer tan hermosa puede ser así de peligrosa, ¿Cómo es posible que su cartel sea el más solicitado tanto por la policía, FBI y hasta el interpol?
No lo entiendo de verdad... Y si resulta cierto, no hay pruebas que lo avalen, solo sospechas. Ha sido bastante inteligente para no dejar pruebas ¿Cómo puede manejar algo así de grande?
Y esto da la razón de que la mujer siempre puede lograr lo que quiera, si se lo propone, claro está... por eso es que dicen: la mentira tiene rostro de mujer, y ya voy acertando con esto.
Media hora más tarde estoy afuera, con solo una toalla enrollada en mi cintura y me dispongo a revisar algunas cámaras que están alrededor o en el estacionamiento de esa empresa... es demasiado difícil acceder a ellas, tienen un sistema que bloquea si tratas de entrar más a fondo, si, tienen un buen informático; pero yo lo soy más y por eso solo logré entrar en tres cámaras, pero luego entrare en todas, claro, cuando consiga la forma.
A lo que iba...
Cuando abre el vídeo, me sorprendo por lo que veo en el. Es la cámara del estacionamiento privado, donde están los autos de los ejecutivos, sobretodo el de la presidenta. En esa cámara se ve claro como la "jefa" esta montada en el capo del auto, con las piernas abiertas, su falda enrollada en su cintura y los senos al aire.
Diablos, que vista tan espectacular.
Abro más los ojos cuando caigo en cuenta que él que la está follando, es su guardaespaldas. Lo reconozco aunque este de espalda, ya que tengo todo su expediente y muchas fotos, si, lo he mandado a seguir también. Acerco un poco más la cámara y me doy cuenta de que no lo está haciendo suave, todo lo contrario, esta arremetiendo contra ella con fuerza, parece que ni le duele porque su rostro solo refleja que le gusta mucho. Muerde su labio inferior y supongo que suelta un gemido por que su guardaespaldas le tapa la boca con el dorso de su mano.
Joder, como quisiera escucharla...
Gisselle es condenamente sexy, es una diosa... lo he comprobado, porque yo también he estado en el lugar del tal Mario, "su guardaespaldas".
Me remuevo incomodo porque mis pensamientos se están yendo al pasado y nunca es bueno volver a ese lugar... Cuando el pasado no es bueno, traerlo a colisión hace daño.
Me enfoco de nuevo en lo que estaba y me embobo de como brincas sus senos de arriba hacia abajo... trago saliva, de repente quisiera tenerlos en mi boca. Ese siempre ha sido el problema, ella es como un vicio del que nunca he tenido suficiente y por eso, estoy de regreso, aparte de otros asuntos que tengo que resolver.
Mario se separa y se inclina, coloca su boca en su coño y se retuerce en su lugar... él sigue así por varios minutos, a tal punto que ella hala de su cabello.
Que mujer...
Él vuelve a su posición inicial y vuelve arremeter contra ella... fóllandola duro.
De repente tengo demasiado calor, estoy sudando.. verla con alguien más es extraño, siento un nudo en mi estomago, sin embargo estoy un poco excitado por tal escena; que contradicción.
Gisselle recibe otra estocada más fuerte, la toma del cuello y ella sonríe... me desarma con esa simple sonrisa. Se que le gusta el sexo duro, porque a mi me uso en varias ocasiones para obtener lo que quería y yo de tonto siempre caía.
Otra estocada más y llega al orgasmo, lo sé, porque se sostiene fuerte de él, cierra los ojos y Mario le vuelve a tapar la boca mientras ella se estremece.
Se quedan los dos quietos por un momento y luego se separan para arreglarse... cuando están listos suben al auto y desaparecen de mi vista, dejándome con una sensación extraña que todavía no identifico si es buena o mala.
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Caída Apasionada
RomanceGisselle Becher es una mujer empoderada, resiliente, decidida y sobretodo peligrosa. Ella no se deja de nadie porque aprendió a defenderse desde muy joven, porque su vida dependía de ello. Su vida no era fácil, ella ocultaba algo, muy peligroso que...