TRES

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La Castañeda era un lugar frío y escalofriante se encontraba justo en el centro del pueblo, los pueblerinos que pasaban cerca de ahí decian que se podían escuchar los gritos de dolor de las jóvenes sobre todo en noches de Luna llena.

Norma fue la primer paciente en ingresar a la Castañeda, su problema era más grave que otros pues ella decía que escuchaba una voz en su cabeza y  cuando llegó la luna llena desprendió un olor exquisito que atrajo a más de un guardia, varios la tomaron con su "consentimiento" ya que ella pedía más placer sin ser consciente de ello.

Decía que la voz le exigía llegar al clímax con todos y cada uno de los hombres que se ponían enfrente, su crisis duró 3 días y varios guardias salieron afectados pues cuando estaban en el acto unos enormes colmillos brotaron de sus bocas...

A esos guardias y a norma los castigaron con la pena de muerte una semana después de su crisis.

Es por eso que ahora todas ls jóvenes que estaban en la Castañeda eran tratadas por especialistas, que les daban infusiones para calmar los síntomas, todas ellas estaba controladas y ninguna había embrujado a los guardias o doctores.

Namjoon seguía en su laboratorio cuando el Rey Seokjin ingresó a la habitación.

-Hijo!
-Hola papá! - dijo Nam dejando de lado sus infusiones y hierbas
Seokjin dio un gran suspiro y puso su mano en el hombro del pequeño pelirrubio
-Puedes ir a la Castañeda, pero solo por unas horas, además de que siempre estarás acompañado por un guardia
-!!¿Es enserio?, Papá!! -Nam estaba más que alegre al fin vería con sus propios ojos a la jóvenes enfermas
-Los argumentos de tu hermano Taehyung fueron bastante convincentes, además tu madre ha dado también su autorización.
-Gracias Papá! - Nam le dio un abrazo al rey como agradecimiento, estaba más que emocionado con la noticia
-¿Y tu hermano? Hace rato que no lo veo por el castillo, ¿estará en la biblioteca?

Namjoon trato de ocultar su nerviosismo sabía que a su padre y madre no les gustaba que Tae estuviera solo alejado del castillo, pero el pequeño pelinegro era un desobediente, le encantaba ir a la orilla del Río a escribir sus cosas.

-Creo que se donde está! Iré a buscarlo...
-¿Orta vez huyó? - Jin llevó su mano al puente de su nariz, ese hijo suyo no cambiaba -Bien ve por el antes de que anochezca y nos vemos en el comedor

Namjoon salió de su laboratorio junto con el Rey y se separaron al llegar al área común del castillo.

Namjoon salió en dirección al río en busca de su hermano menor. Mientras tanto Tae estaba inspirado escribiendo su argumento, esta ley debía ser aprobada por el rey si o si, llevaba más de 5 días reescribiendo, estaba tranquilo haciendo sus cosas cuando un olor dulce llegó a sus fosas nasales, con toda la discreción volteó disimuladamente a todos lados pero no vio nada, bajo su mirada y siguió con lo suyo.

Lisa estaba cerca de los arbustos de frambuesas, cuando vio al pelinegro sentado en una piedra muy cerca de la orilla del rio, se veía bastante concentrado, lo observó durante unos minutos cuando la vocecita en su cabeza apareció otra vez:

-Mio

Lisa dejo salir un pequeño quejido y al ver que el peli negro se  asomaba a ver de donde provenía el ruido se escabulló entre los arbustos, Lisa llevaba su capa con capucha así que lo único que se le veían eran sus lindos ojitos almendremos color miel verdoso.

-¿Qui.. quien eres? - se dijo a sí misma con miedo e intriga

-Mio, Mio! - Volvió a repetir la vocecita en su cabeza

Lisa miro otra vez al joven y pudo llegar a apreciar un delicioso aroma era un olor fuerte a madera y chocolate, apenas si era perceptible el olor para Lisa, pero le encantaba. Se quedó en su escondite admirando las facciones del joven, cabello negro algo ondulado, mandíbula marcada,  labios gruesos y carnosos, manos largas y ojos profundos oscuros.

Namjoon llegó corriendo a lado de su hermanito, emocionado por lo que su padre le había dicho.

-Tae Tae! -Gritó Nam cuando lo vio a lo lejos.

Tae sonrió a su hermano con todos sus dientes, Lisa quedó aún más impresionada por la imagen, una hermosa sonrisa cuadrada tenía el joven, que estaba espiando desde hace ya unos largos minutos.

-Nam! Porque estás tan contento? - el pelinegro se paraba de la piedra donde estaba y juntaba todos sus pergaminos y tintas para correr con su hermano

-¡Tae! ¡Papá me ha dejado ir a la Castañeda! Gracias a ti!  -El pelirrubio abrazaba a su hermano con fuera y lo giraba en el aire -Tu discurso escrito lo ha dejado satisfecho y me ha dado permiso de ir, con algunas restricciones, pero bah! Estando dentro podré escabullirme.

-Eso es genial hermano! Me alegro por ti! Decía un contento Taehyung, Lisa veía la escena con ojitos curiosos, no lograba escuchar todo lo que decían pero no se moví de su lugar...

-¡Vamos la cena está casi lista, papá y mamá nos están esperando! - Nam le dio una palmadita en el hombro a Tae en señal de que avanzarán

-Espera! Iré por mis pergaminos. -Tae regreso a la piedra donde estaba sentado tomó sus cosas y dejó una pequeña notita en la piedra, no sin antes voltear a ver el arbusto donde se escondía Lalisa. -¡Listo vamos!

Los hermanos Kim regresaron al castillo a pasos lentos y alegres, ellos además de hermanos eran amigos y confidentes, siempre estaban  ahí uno para el otro cubriéndose la espalda y ayudándose en todo lo que podían.

Lisa salió de su escondite y fue a la piedra donde se encontraba el pelinegro, encontró el pequeño pedazo de pergamino con la leyenda "Te veo, Soy Taehyung" Lisa tomó el papelito entre sus manos, algo dentro de ella estaba feliz de saber el nombre del pelinegro además de un leve rubor en sus mejillas por la vergüenza de que la hay descubierto.

Cuando la vocecita apareció de nuevo:
-¡Déjale una nota!
-Aah? - ¿quien dijo eso? - Lisa habló en voz alta
-Dile tu nombre... - dijo la vocecita -Lisa salió corriendo en dirección a su casa, la verdad es que escuchar a esa voz la estaba empezando a asustar más de lo que quería...

LA CASTAÑEDA [TAELICE] [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora