NIALL POV
Cuando llegamos a la gran fuente, habiendo dejado a Mr.Nuddles atrás, que se encontraba frente al palacio, me paré unos segundos a contemplarla. Era tan bonita que no podía despegar los ojos de ella, hasta que noté como Julie se alejaba de mí. Se apoyó en el borde de mármol de la fuente y empezó a mirar a la figura de bronce que se alzaba arriba del todo.
Yo me acerqué sigilosamente por detrás.
-¿Es preciosa verdad?- cogió aire suavemente, yo me senté y ella me imitó sentándose a mi lado, sabía que me iba a contar algo y estaba pendiente de las palabras que iban a salir de sus labios.
–Mi abuela me traía aquí los últimos Domingos de cada mes a las 11:15 de la mañana, ni un minuto más ni un minuto menos, ella siempre tan puntual – sonrió, seguramente recordando aquellos momentos – Se sentaba en éste mismo borde de la fuente y me ponía en sus rodillas. Esperábamos hasta las 11.30 hablando de cualquier tontería y cuando en su viejo reloj de bolsillo la manilla grande marcaba y media me susurraba << ¿Tú crees que hoy tendremos suerte?>>- dijo imitando la voz pizpireta de su abuela, a lo que yo carcajeé -En ése momento yo entraba en el juego y me tocaba adivinar si ese día habría o no cambio de guardia, en caso de que creyese que sí íbamos a poder presenciarlo cogía una moneda de cinco peniques, que mi abuela siempre me metía en el bolsillo del abrigo a escondidas- rio melancólicamente, para después continuar con la historia -y sin mirar la tiraba a la fuente cerrando fuerte los ojos. Recuerdo cómo sonaba el agua al chocar la moneda contra ella y la risa risueña de mi abuela de fondo- cerró los ojos y se sumergió en el recuerdo. Cuando los abrió su mirada estaba perdida en el horizonte.
-¿Alguna vez cuando tiraste la moneda pediste un deseo diferente al de ver el cambio de guardia?- la pregunté curioso. Ella salió de su trance y me miró.
-Siempre pedía el mismo deseo y creo recordar que nunca fue el de ver el cambio de guardia- se rio. Se levantó de un salto y moviendo la cabeza me indicó que nos teníamos que ir porque si no llegaríamos tarde.
-¿Tarde a dónde?-
-Preguntas demasiado pequeño saltamontes- me contestó ella riendo y comenzando a andar.
Justo en el momento en que se dio la vuelta y me daba la espalda busqué en mi bolsillo del pantalón. No había nada por lo que indagué en el otro. Note un objeto redondo, pequeño y frio con mis dedos y sonreí satisfecho, cerré fuertemente los ojos y lo tiré a la fuente, no sin antes pedir un deseo.
Pronto la alcancé y me coloqué a su lado. Andamos hasta una parada de autobús y esperamos. Sentía como si Julie me tuviera atado con una cuerda invisible y me guiara todo el camino, pero no me molestaba en absoluto que no me dijera adonde íbamos, por primera vez en mi vida estaba tranquilo y cómodo siendo un ignorante. Tengo que reconocer que soy muy poco paciente, pero con ella me daba la sensación que la personalidad que creía que tenía, desaparecía y daba lugar a otro yo totalmente diferente y me hacía preguntarme si dejaba ver mi verdadero ser con Julie y por tanto si mi forma de actuar cuando no estaba con ella era una imagen falsa y superficial de mí mismo.
Me sacó de mis pensamientos cuando me dio un suave golpe en el brazo indicándome que ya se acercaba nuestro autobús.
-Bienvenido a la tierra- me dijo riéndose.
El autobús rojo y de dos plantas estacionó a dos pasos de nosotros y pude ver como brillaban sus verdes ojos. Una vez hubimos pagado, me cogió de la muñeca y subimos vertiginosamente al piso de arriba, me soltó y miro al lado derecho con la esperanza de encontrar algún sitio libre en la parte frontal. Al verlo sonrió y suspiro aliviada yendo a sentarse despreocupada.
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Sin plan previsto (EDITANDO)
Teen FictionSimple. Dos palabras. Ocho letras. Desde mi perspectiva no era tan difícil pronunciar esas palabras, pero dado el acontecimiento que acababa de presenciar, para él era al contrario. Le parecía un mundo el simple hecho de que salieran de su boca, gas...