Capitulo 10: Casualidades

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NIALL POV

Cuando llegamos a la gran fuente, habiendo dejado a Mr.Nuddles atrás, que se encontraba frente al palacio, me paré unos segundos a contemplarla. Era tan bonita que no podía despegar los ojos de ella, hasta que noté como Julie se alejaba de mí. Se apoyó en el borde de mármol de la fuente y empezó a mirar a la figura de bronce que se alzaba arriba del todo.  

Yo me acerqué sigilosamente por detrás.  

-¿Es preciosa verdad?- cogió aire suavemente, yo me senté y ella me imitó sentándose a mi lado, sabía que me iba a contar algo y estaba pendiente de las palabras que iban a salir de sus labios.

–Mi abuela me traía aquí los últimos Domingos de cada mes a las 11:15 de la mañana, ni un minuto más ni un minuto menos, ella siempre tan puntual – sonrió, seguramente recordando aquellos momentos – Se sentaba en éste mismo borde de la fuente y me ponía en sus rodillas. Esperábamos hasta las 11.30 hablando de cualquier tontería y cuando en su viejo reloj de bolsillo la manilla grande marcaba y media me susurraba << ¿Tú crees que hoy tendremos suerte?>>­- dijo imitando la voz pizpireta de su abuela, a lo que yo carcajeé -En ése momento yo entraba en el juego y me tocaba adivinar si ese día habría o no cambio de guardia, en caso de que creyese que sí íbamos a poder presenciarlo cogía una moneda de cinco peniques, que mi abuela siempre me metía en el bolsillo del  abrigo a escondidas- rio melancólicamente, para después continuar con la historia -y sin mirar la tiraba a la fuente cerrando fuerte los ojos. Recuerdo cómo sonaba el agua al chocar la moneda contra ella y la risa risueña de mi abuela de fondo- cerró los ojos y se sumergió en el recuerdo. Cuando los abrió su mirada estaba perdida en el horizonte.  

-¿Alguna vez cuando tiraste la moneda pediste un deseo diferente al de ver el cambio de guardia?-  la pregunté curioso. Ella salió de su trance y me miró.  

-Siempre pedía el mismo deseo y creo recordar que nunca fue el de ver el cambio de guardia- se rio. Se levantó de un salto y moviendo la cabeza me indicó que nos teníamos que ir porque si no llegaríamos tarde.  

-¿Tarde a dónde?-  

-Preguntas demasiado pequeño saltamontes- me contestó ella riendo y comenzando a andar.  

Justo en el momento en que se dio la vuelta y me daba la espalda busqué en mi bolsillo del pantalón. No había nada por lo que indagué en el otro. Note un objeto redondo, pequeño y frio con mis dedos y sonreí satisfecho, cerré fuertemente los ojos y lo tiré a la fuente, no sin antes pedir un deseo.  

Pronto la alcancé y me coloqué a su lado. Andamos hasta una parada de autobús y esperamos. Sentía como si Julie me tuviera atado con una cuerda invisible y me guiara todo el camino, pero no me molestaba en absoluto que no me dijera adonde íbamos, por primera vez en mi vida estaba tranquilo y cómodo siendo un ignorante. Tengo que reconocer que soy muy poco paciente, pero con ella me daba la sensación que la personalidad que creía que tenía, desaparecía y daba lugar a otro yo totalmente diferente y me hacía preguntarme si dejaba ver mi verdadero ser con Julie y por tanto si mi forma de actuar cuando no estaba con ella era una imagen falsa y superficial de mí mismo.  

Me sacó de mis pensamientos cuando me dio un suave golpe en el brazo indicándome que ya se acercaba nuestro autobús.  

-Bienvenido a la tierra- me dijo riéndose.  

El autobús rojo y de dos plantas estacionó a dos pasos de nosotros y pude ver como brillaban sus verdes ojos. Una vez hubimos pagado, me cogió de la muñeca y subimos vertiginosamente al piso de arriba, me soltó y miro al lado derecho con la esperanza de encontrar algún sitio libre en la parte frontal. Al verlo sonrió y suspiro aliviada yendo a sentarse despreocupada.  

Sin plan previsto (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora