Capitulo 3: Send Me On My Way

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-¿Escapando de la guía también?- me comentó él con una sonrisa dibujada en sus labios. No pude evitar fijarme en sus hermosos ojos cerúleos. Aclaración: siento una debilidad increíble por los ojos de la gente, siempre he pensado que de verdad son el reflejo del alma.

-Veo que no soy la única- le devolví la sonrisa, divertida, mientras aceptaba el aparato que me entregaba la chica y susurraba un gracias.  Me di la vuelta y comencé a andar hacia el monumento número uno. Pronto noté una presencia a mi lado y levanté la mirada del aparatoso teléfono. Le miré confusa.

-Había pensado que podríamos compartir el teléfono- Hizo una pausa.Le fui a contestar pero él fue más rápido. –Conmigo la diversión está asegurada- Dijo levantando una ceja coqueto, sinceramente no dudaba de su afirmación.

-Tentador- contesté. Me dedicó una amplia sonrisa. – ¿Es la primera vez que visitas la Abadía?- cuestioné curiosa.

-Culpable-

-¿Cuántos años llevas viviendo en Londres?-  << ¿Ametrallándole ya a preguntas? No Juls, no. >>

-Cuatro…o ¿Cinco? – dijo rascándose la nuca pensativo.

-Bueno, entonces es aceptable- asentí.

- Es decepcionante - sentenció.

- Lo mío sí que es decepcionante – dije entre risas – Dieciséis años y nunca había hecho una visita a la Abadía, hasta hoy- reconocí. Se llevó un de sus manos al pecho y con la otra se tapó la boca abierta en ’O’ de forma dramática.

-Todo un actor- confirmé, mientras soltaba una carcajada.

-¿Nos adentramos a la aventura de la Abadía como principiantes, madame?- preguntó en tono cortés mientras hacía una pequeña reverencia y me ofrecía su brazo.

-¿Cómo negarme ante tal noble caballero?- Dije moviéndome con suma elegancia, mientras pestañeaba rápidamente y colocaba delicadamente mi mano en su brazo.

Los dos arrancamos a reír. Todas las miradas se posaron sobre nosotros, mientras un tono rojizo cubría mis mejillas y él esbozaba una sonrisa avergonzada a la vez que pasaba su mano entre su pelo dorado con destellos cobrizos. La hora de visita a su lado realmente había pasado rápidamente, tenía que reconocer que estaba en lo cierto respecto a lo de la diversión asegurada, era todo un maestro en hacerme reír por cualquier tontería. No me había reído tanto en toda mi vida, cuando salimos de la Abadía tenía agujetas en la tripa y me dolían los músculos de la boca de tanto sonreír.

-Por favor para – supliqué con mi risa incontrolable – Definitivamente mi sesión de abdominales por hoy ha concluido – dije mientras me secaba las lágrimas que asomaban en mis ojos.

-Que forma más sana de hacer ejercicio, ¿eh?-

-No tienes ni idea- concluí calmándome – No me he reído más en toda mi vida.

-Me alegra saberlo, ha sido todo un honor contribuir en tus agujetas- dijo él riendo, mientras con una mueca de dolor se llevaba las manos a sus abdominales.

-Lo mismo digo- los dos soltamos una carcajada. Le miré y empecé a hacer gestos torpes con mis manos, mientras anunciaba: -Debería irme, se está haciendo tarde-

Me acerqué a su mejilla y cuidadosamente deposité un beso.

-Ha sido un placer- fue lo último que dije, antes de meter mis manos en los bolsillos del abrigo e irme sonriendo.

-Eh! chica misteriosa - gritó llamando mi atención -Me encantaría volver a verte.

-Me lo dicen a menudo- asentí, mientras surtía efecto mi broma al ver como él carcajeaba.

-¿Qué te parece mañana aquí a las seis? - me preguntó - ¿O estás demasiado ocupada?

-¿Mañana? - me hice la pensativa - Veré a ver si tengo tiempo, pero es que tengo que hacer una cosa muy importante y me temo que ocupa la mayor parte de mi agenda justo mañana.

-¿A sí? ¿Y de que se trata? si se puede preguntar - dijo incitándome esbozando una sonrisa de lado.

Sonreí pícaramente.

-Tengo que sacarle las pelotillas a mi jersey favorito- dije finalizando así nuestra conversación y alejándome entre risas mientras le escuchaba soltar una enorme carcajada.

No se lo que me depararía mañana a las seis en la Abadía junto a aquel chico, pero una cosa tenía clara, iba ir a averiguarlo.

Sin plan previsto (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora