Capitulo 14: Descontrol

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-No puede estar pasando otra vez- musité para mí misma. Las lágrimas asomaban en mis ojos pero las prohibí avanzar hacia mi mejilla, haciéndolas de ése modo invisibles para mis amigos. Me giré bruscamente con el ceño fruncido y las manos apretadas fuertemente en un puño.  

-Tengo que ir al hospital- les informé sin esperar ninguna respuesta. Fue más bien una manera de concienciarme a mí misma sobre lo que iba a hacer, en un intento de disipar el shock que recorría mi invulnerable cuerpo.  

-Te acompañamos- saltó Harry serio mientras se levantaba del sofá. Yo ya estaba cogiendo mi abrigo cuando me di la vuelta y fundí mis ojos con los suyos.  

-No- contesté fríamente.  

-Me da igual lo que…- de repente la mano de mi amiga agarró la muñeca de aquel hombre que me miraba de forma penetrante.  

-Harry- susurró indecisa Cat- Deja que se vaya.  

Cat sabía que en éstos momentos quería estar sola, que siempre que ocurría algún problema a mí alrededor o en mi entorno, en mi vida en general, yo era totalmente reacia a relacionarme, me metía en mí misma y no salía de mi mundo hasta que pareciera que había amainado la tormenta. La compañía en instantes como aquellos me agobiaba.  

Cogí las llaves y antes de desaparecer por la puerta lancé una mirada a mis tres amigos para posteriormente guiarla hacia mis pies, como si de alguna manera estuviera disculpándome por ése comportamiento tan esquivo, y cerré la puerta para apresurarme hacia el hospital. En ésta ocasión nadie iba a morir.  

{Harry}  

Me hallaba consternado, de pie, en el salón de Julie. Sin saber cómo reaccionar.  

-¿No pensáis hacer nada?- pregunté con un claro tono de incredulidad. Niall evitó mi mirada, pero Cat me miró fijamente y simplemente negó con la cabeza. Solté un sonoro suspiro y me encaminé a coger mi abrigo.  

-Harry, no lo hagas- me suplicó prácticamente la pelirroja.

-¿Por qué?- la pregunta salió con algo de miedo de mis labios.  

-No le gusta la compañía en momentos así.  

-Se supone que es cuando más se necesita- me giré para mirarla, en busca de alguna explicación ante el comportamiento de Julie que me había dejado un tanto perplejo.  

-La conozco desde hace muchos años. No soporta que la gente esté pendiente de ella cuando algo va mal, percibe la pena que tienen por ella y es el sentimiento que más odia- ésta vez denoté algo de enfado en su voz, como si estuviera teniendo que lidiar con un niño cabezota de cinco años que no lograra entender algo que a ella le parecía de lo más racional.  

Clavé mis ojos en las pupilas verdes de Cat, desafiante.  

-Eso puede cambiar- susurré entrecerrando los ojos.  

-No por ahora- contestó seca.  

-Hermano- intervino Niall –No hagas las cosas más difíciles, respeta la voluntad de Julie.  

-Julie no está aquí para decir que ésa sea exactamente su voluntad.  

-Pero te lo está explicando Cat, que es su mejor amiga- saltó el rubio claramente irritado por mi comportamiento. Su cuerpo se había levantado del sofá. Pude observar como la mano de Cat agarraba su muñeca en un intento de que no termináramos discutiendo.  

-Lo siento, pero no puedo quedarme de brazos cruzados sin hacer nada- recogí rápidamente las cosas y salí del piso con la voz de mi amigo gritando mi nombre a mis espaldas. Tras cerrar la puerta, el pasillo se sumió en un escalofriante silencio.  

Sin plan previsto (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora