El reloj de su móvil marcaba las seis en punto y como bien habían acordado el día anterior estaba en la Abadía de Westminster. Movía su pie impaciente y no paraba de mirar a todos lados intentando reconocer alguna cara familiar que caminara entre la marabunta de gente que se movía de un sitio para otro.
Por un momento se le pasó por la cabeza no ir al encuentro al haber coincidido con ella la noche anterior y por ese motivo que Julie no viera necesaria su quedada de hoy.
De repente notó como dos manos le tapaban los ojos por detrás, quedando paralizado.
-¿Quién soy?- su voz era grave, claramente impostada. Al instante de haber reconocido esa voz indiscutible se relajó.
-Déjame pensar….- dijo sonriendo- ¿Mickey Mouse?
-Eres muy malo en este juego Nialler- alegó ella riendo y quitando sus delicadas manos de los ojos de él.
Cuando Niall se dio la vuelta y enfocó la vista se encontró con una cara dulce que le sonreía alegremente y no pudo evitar devolverle el mismo gesto.
- Por un momento creía que no ibas a venir - la expresión de ella se tornó confusa, pero no dejo de sonreír, aunque esta vez sin mostrar sus blancos dientes.
-¿Porque no iba a hacerlo?- contestó ella acercándose a él y depositando un beso en su mejilla. Entrelazó su brazo con el del rubio y empezó a caminar, zanjando el tema.
-¿A donde vamos?- cuestionó curioso. Ella soltó una pequeña risilla.
-No puedo contártelo, sino no seria tan emocionante-
- Eres la reina del misterio- reconoció.
Anduvieron durante quince minutos por lo menos, bajando en dirección St.James's Park Lake.
Los dos disfrutaban de una conversación fluida rodeados de un ambiente navideño, con gente cargada de bolsas subiendo y bajando la calle, y pisos londinenses a sus costados decorados alguno que otro con luces de colores las cuales daban un toque acogedor a aquel paseo.
Sus pies andaban sin ninguna dirección inminente, Niall cada vez estaba más convencido de que Julie en realidad no había pensado en ningún lugar concreto al que ir y que simplemente se había puesto andar por el placer de hacerlo.
Le fascinaba la personalidad que desprendía, la perspectiva propia que tenia del mundo y que se había convertido en su filosofía de vida.
Él la miraba intrigante mientras ella hablaba risueña, su sonrisa era increíblemente contagiosa, esos ojos verdes que con aquella luz parecían más claros, sus pómulos y nariz rojas por el frío invernal y aquel pelo caoba con reflejos rubios que caía suavemente hasta casi su cintura y terminaba en delicados tirabuzones, irradiaban una energía hipnotizante.
Ella misma era hipnotizante.
Se sorprendió a sí mismo al estar pensando en todo aquello y se obligó a prestar atención a lo que ella le estaba contando.
-¿Sabes hacia donde vamos?- preguntó él en un intento de que ella reconociera que no seguían ninguna dirección racional.
- Por supuesto- la firmeza se notaba en su voz.
NIALL POV
Ya llevábamos un rato andando y si mi memoria no me fallaba, hacia diez minutos que habíamos entrado en St.James's Park Lake y por lo que veía íbamos directos hacia el Buckingham Palace.
-¿Alguna vez has pensado en si los animales sudan?- me preguntó mientras observaba a un pastor alemán que pasaba a nuestro lado acompañando a su dueño en una sesión de footing. Me pilló totalmente desprevenido y abrí los ojos como platos, a lo que ella carcajeó.
-No te voy a mentir, lo cierto es que nunca había pensado en ello...- hice una pausa valorativa -Pero supongo que si-.
Ella movía la cabeza afirmativamente asimilando mi respuesta, tenia la vista pegada en los baldosines de piedra del suelo. Me atrevería a decir que estaba... ¿nerviosa? Pero ¿de qué? O ¿de quién?
El parque ya estaba llegando a su fin y al fondo se podía apreciar la techumbre blanca del palacio.
De repente una ardilla pasó correteando a dos pasos de nosotros, Julie se paró en seco para seguidamente emitir un inaudible siseo. La ardilla sorprendentemente se quedó quieta, se sentó sobre sus patas traseras y nos miró con sus dos grandes ojos marrones.
Ella delicadamente se soltó de mi brazo y empezó a andar centímetro a centímetro hacia la ardilla a la vez que rebuscaba en su bolsillo del abrigo y sacaba una bolsa de pipas.
Yo contemplaba la escena en un segundo plano, interesado.
Vi como la ardilla andaba precavida hacia Julie, y ella le susurraba que no tuviera miedo. Con una pipa en la mano, la acercó hacia la ardilla y ésta se acercó hasta tocar con sus diminutas patas la palma de la mano de ella.
Ante mis ojos sorprendidos no pude creer cuando vi que la ardilla no sólo cogía cuidadosamente la pipa, sino que se subía a la mano de Julie. Ella se levanto y le acarició la pequeña cabeza cariñosamente.
Me miró intentando averiguar que estaba pensando, pero al fijarme en sus pupilas pude notar que le iba a dar igual lo que yo pensara en caso de que fuera una opinión negativa, solo estaba atenta a mi reacción.
-Mr.Nuddles saluda a Niall- dijo Julie suavemente a la ardilla. Pero ella seguía comiendo su pipa. - No querrás que piense que eres un maleducado, ¿No?- la ardilla cruzó una mirada rápida con los ojos de Julie y ella le asintió.
-Acerca tu mano, prometo que no te va a morder- me dijo con una sonrisa. Yo arrimé inseguro mi mano a la suya, donde se encontraba Mr.Nuddles, y Julie lo notó.
-Las ardillas también pueden oler el miedo como los caballos - <<gracias por la información>> pensé para mis adentros -Relájate- susurró con un tono de voz que se metió en mis oídos como una suave brisa y llegó a mi cerebro el cual me calmó al instante.
Mr.Nuddles pasó a mi mano y pude notar su peso y las uñas de sus patas en mi piel. Le miré curioso, era una criatura preciosa y menuda, parecía frágil e indefensa. Pero en el fondo sabía que era ágil, fuerte y atenta a cualquier alteración en su entorno que pudiera tratarse de una amenaza. No pude evitar relacionar todas esas aptitudes con la personalidad de Julie.
La ardilla no era para nada tímida ¿Qué como lo se? , porque dos segundos después de que estuviera en mi palma subió vertiginosamente hasta mi hombro, con pipa en mano. Julie se reía y yo no podía evitar sonreír. Miraba a la ardilla de reojo y notaba como me escrutaba con aquellos ojos penetrantes y moviendo divertido la pequeña nariz.
-No se como preguntártelo – le confesé a Julie, mientras seguía atento a los movimientos de Mr.Nuddles.
-¿El hecho de que tenga como mascota a una ardilla salvaje? Ó ¿Qué le hayas caído bien a Mr.Nuddles?- en la última frase le fue imposible no carcajear al ver como el susodicho subía hasta mi cabeza apoyando sus diminutas patas en mi oreja para darse impulso.
-Esas luego me las responderás- reí –me intriga el por qué no te he conocido antes- la miré y su cara estaba pálida, no me miraba a mí sino a algo que había detrás de mí. Al ver que yo me había dado cuenta y me iba a dar la vuelta para ver a lo que estaba prestando atención, se echó a mis brazos, abrazándome e impidiéndomelo. Volvió a enhebrar la aguja con mi brazo como antes y me susurró.
-Por favor no mires hacia atrás-
-¿Por qué?- la pregunté nervioso.
-Nos siguen-.
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Sin plan previsto (EDITANDO)
Teen FictionSimple. Dos palabras. Ocho letras. Desde mi perspectiva no era tan difícil pronunciar esas palabras, pero dado el acontecimiento que acababa de presenciar, para él era al contrario. Le parecía un mundo el simple hecho de que salieran de su boca, gas...