Capítulo 13

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Me levanté sobre saltada y de inmediato me dolió la cabeza como si me hubiera golpeado en algo

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Me levanté sobre saltada y de inmediato me dolió la cabeza como si me hubiera golpeado en algo. Lleve mis manos a mi cabeza y solté un jadeo por aquel dolor, por estás malditas razones jamás bebía demasiado. Bostecé y mire un punto fijo tratando de despertar del todo.

Fije mi vista a un lado cuando vi que un bulto comenzó a moverse a mi lado, pensé que tal vez era Dante, sin embargo, una Mónica desgreñada apareció de repente y parpadee repetidas veces pensando que se trataba de un sueño.

—¿Tu y yo tuvimos sexo? —es lo primero que pregunto mi amiga.

—¡¿Qué?! —pregunte alterada.

—Ya sabes, para fortalecer la amistad —sonrió.

—No, no eres mi tipo.

—Que graciosa.

—¡¿Qué es eso?! —grite cuando sentí que una mano me agarró del pie.

—Un maldito fantasma —grito a mi amiga cubriéndose con las sábanas como si eso la fuera a proteger.

—Me tiene del pie —dije asustada.

—Dale una patada.

Cuando sentí que la mano volvió a jalar mi pie sin dudar le di una patada y escuche un quejido de dolor.

—Soy yo —dijo Fabián asomando su cabeza.

—Mierda —se asomo está vez Dante quien en cuanto nuestros ojos se encontraron desvío la mirada. 

—¿Qué pasó? —pregunto Mónica.

—¡La mejor fiesta sin duda! —festejo Fabián.

—No es divertido.

—Si lo fue, ustedes no paraban de reír.

—¿Por qué estamos los cuatro aquí?

—No había más habitaciones así que nos quedamos aquí los cuatro pero ustedes nos mandaron al suelo.

—No recuerdo nada de anoche.

Dante se levantó dejando mostrar que estaba sin playera y se le notaban el abdomen el cual estaba marcado. La cabeza me comenzó a doler en cuanto tuve un recuerdo de la noche. Yo siendo acorralada en la pared por Dante y besándonos con descaro frente a todos, mis manos en su abdomen…

Negué con la cabeza. Era imposible, yo no haría tal cosa. Respire hondo y me cubrí la cabeza con las sábanas, solo quería quedarme ahí todo el día, escondida en la sábanas sin hacer nada.

—Tenemos que ir a la escuela —dijo Mónica.

Gruñí y me quite las sábanas para mirarla con enojo.

—No iré —murmure.

—Vas a ir —exigió.

—Nos vemos abajo —dijo Fabián el cual antes de irse le dio un beso a su novia.

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