Me mire al espejo por segunda vez y baje un poco el vestido, sentía que se me veía el calzón con este pinche vestido corto, sin embargo, no tenía otra cosa que ponerme. Quería ser diferente al menos por está noche, ser como la mayoría que les gusta ir a fiestas y divertirme como la mayoría lo hace aunque sabía que diversión para mí tenía otro significado y no eran las fiestas.
Dante se levanto de la cama ya con su chaqueta negra. Bufé al ver lo guapo que se veía con ese cabello perfectamente peinado. Me miro de abajo arriba y parecía que no sabia que mirar, en ese momento me dieron ganas de darle un putazo para que dejara de mirarme de esa forma.
—No sabía que las niñas feas podrían ser guapas de vez en cuando —comento con una sonrisa ladeada.
—Eres un cabrón —murmure.
—Un cabrón muy guapo.
—Seguramente ni siquiera sabes que significa cabrón.
—No pero guapo si. Te apuesto que cuando yo nací se inventó la palabra guapo y aún así no es suficiente para describir mi belleza.
—Eres tan humilde.
—Demasiado humilde diría yo.
—Vamos a ir a la fiesta pero por favor no hagas ninguna tontería —dije cambiando de tema.
Lleve el peine a mi nido de ave, digo, a mi cabello y comencé a tratar de peinarlo.
—Yo soy una persona bastante responsable, ni siquiera me lo tienes que decir.
—Que no se te olvide que yo te escribí, te conozco y se que lo que acabas de decir es una completa mentira —dije apuntándolo con mi peine.
—Bien —se cruzó de brazos — Yo a ti también te conozco.
—¿Ah si?
—Si —lo mire atenta a lo que iba a decir — Eres una persona bastante desconfiada desde que paso lo de tu amiga y ese idiota, te alejaste de todos por miedo a que te volvieran a dañar, te pierdes dentro de tus libros imaginando tener un romance tan lindo como lo que lees y que sueñas con publicar tus libros porque no me lo has dicho pero lo sé. Que te ríes como loca y que no me dejas dormir en las noches por leer, que te encanta Harry Potter, ah… y que soy tu personaje literario favorito.
Me quedé con la boca abierta sin saber que decir. Así que solo me dispuse a salir de mi habitación para ir a la fiesta, mi madre como siempre no estaba. Salí de la casa con Dante detrás de mi y espere a que llegaran por nosotros. El novio de Mónica había quedado en pasar por nosotros, deje de prestar atención a mi celular cuando vi el auto venir a toda velocidad y mordí el labio deseando que no manejará de esa forma cuando yo estuviera en el auto.
—¿Qué onda, compa? —pregunto Fabián en cuanto vio a Dante — Hola, Kiara.
La música de banda sonaba a todo volumen, no sabía cómo se llamaba la canción pero la letra era de esas canciones tristes como para cantarla borracho y estar dolido.
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Entelequia
Teen FictionKiara Sánchez es una joven lectora que vive entre libros huyendo de la realidad. Un día encuentra un vídeo extraño de cómo traer a la realidad un personaje literario, ella decide hacerlo pensando que es una tontería y no funcionará, sin embargo, a l...