1. Nos veremos anagrama.

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Raze Vorobiova.

Portland, Estados Unidos.

Atravieso el pasillo hasta llegar al gimnasio, donde ya me esperan un par de chicos para practicar, no hay uno que me pueda seguir el ritmo, sé que soy buena, sé que muy pocas personas pueden pelear como yo, pero ¿Es mucho pedir uno?

—¿Listos chicos? —pregunto entrando, uno de ellos me mira con miedo y el otro con diversión, Josh, le gusta pelear conmigo, cree que algún día podrá llegar a mi nivel, se ponen en posición, sin armas, mi manera favorita de pelear.

—Siempre. —Contesta Josh cuando lo incito a pegarme, el otro chico se lanza de manera impulsiva hacia mí y en menos de diez segundos lo derribo con una patada en sus piernas, Josh intenta atacarme desde atrás pero lo derribó por sus pies, eso fue fácil, intenta derribarme por los pies pero salto antes de que pueda lograrlo, el otro chico intenta derribarme aferrándose a mis piernas con ambos brazos intentado atraparme lo dejo y cuando cree que podrá derribarme levanto mis piernas haciendo una llave en su cuello hasta derribarlo yo a él, lo golpeo un par de veces una vez que lo tengo en el piso.

Me pongo de pie de un salto dejándolo en el suelo, Josh me golpea por el costado, tomándome desprevenida y el otro chico aprovecha para lanzarme al piso, protejo mi cabeza al saber que no hay manera de evitar la caída, me recupero pateando al chico con ambos pies aun desde el piso, me pongo de pie de un salto después de derribarlo y me lanzo sobre Josh golpeándolo primero en el rostro y luego en el costado sin darle chance a responder, soy muy rápida y mis golpes son mucho más limpios es el principal problema al que se enfrentan, en fuerza bruta seguro me ganan pero no todo se trata de eso.

Peleamos por unos treinta minutos más hasta que el otro chico ni siquiera puede pararse, Josh y yo nos reímos divertidos de pie a su lado y el ya perdiendo un poco el miedo hacia mí se limita a sacarnos el dedo medio, le doy una última patada a Josh en las piernas hasta derribarlo, me da una mala mirada desde el piso y esta vez el otro chico se ríe agradeciéndome.

—Señoritas definitivamente necesitan practicar más. —molesto extendiéndole la mano primero a Josh y luego a quien creo es Ray, no estoy segura, conozco a todo mi equipo, pero él no lleva mucho tiempo con nosotros, en fin, conozco a mi equipo pero olvido los nombres de los que trato menos y con Ray no lo hago mucho.

—Creí que estaba mejorando.

—Viejo lo estás créeme, pero Raze está muy por sobre nosotros —Josh palmea su hombro y yo le doy una sonrisa inocente—, Además jamás habías peleado con ella es obvio barrio el piso contigo.

—Tienes que cuidar mejor tus piernas, fue muy fácil derribarte.

—Definitivamente ese no es mi fuerte.

—Tienes que estar alerta, una vez que te derriban o te acorralan estas a su merced, además no proteges tu cabeza al caer, debes tener un...

—Raze —llama papá entrando en la habitación llamando nuestra atención, los chicos se ponen en posición firme como si de un general se tratara y yo elevo una ceja esperando a ver que desea—, ¿Terminaste? Necesito hablar contigo.

—En un segundo voy.

—Te espero en la oficina cariño. —Sale del gimnasio y los chicos relajan su posición. En teoría papá ya no es su jefe, yo soy la líder de la organización, pero el respeto hacia él no se pierde, son muy formales con él, mi papá se ganó la admiración de todas estas personas. Conmigo son más calmados, más relajados, me respetan, me admiran, me siguen, pero tenemos un trato más informal, después de todo somos algo contemporáneos, todos los chicos que forman parte de Vorobiov, se criaron aquí junto conmigo, pocos llegaron después, gran parte de ellos son de aquí, como Josh otros son de Rusia, la mayoría de ellos se quedaron en Rusia.

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