11. Es mi culpa.

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Ezra Doherty.

Sonrió al teléfono como un estúpido adolescente, tengo quince años de nuevo y estoy coqueteando por primera vez en mi vida, o tengo trece y estoy hablando por primera vez con una mujer bonita.

Patético.

—¿Si te gusta este color? —pregunta Jana a mi lado emocionada al ver mi sonrisa, veo los pedazos de tela que muestra la organizadora, trato de entender de que me habla pero estoy perdido, cosas de boda, no fui hecho para esto.

¿Qué demonios importan los colores?

—Si es el que te gusta, por mi está perfecto. —digo al saber que eso la dejara feliz, no entiendo que hago aquí.

Sí, es mi boda, pero no es como si ella realmente va a tomar en cuenta mi opinión, tampoco quiero darla, solo cuando se trata de la fecha.

—Si te hizo sonreír de esa manera, por supuesto que me parece perfecto osito. —Se acerca rápido dejando un beso casto en mis labios, trago saliva y le sonrió con labios cerrados esperando que termine con esta reunión.

Si supiera por lo que de verdad estaba sonriendo, no estaría para nada feliz.

—¿Te falta mucho? —cuestiono poniéndome de pie, quiero irme, lo único por lo que acepte venir fue porque no tenía otra opción.

—No, en realidad ya podemos irnos bebito. —Asiento agradecido y la organizadora me da una mala mirada que no entiendo del todo, tal vez ella si se dio cuenta de lo del color.

Y probablemente esté pensando que seré el peor esposo del planeta, tal vez lo sea. No soy el mejor novio, nunca lo fui ni siquiera cuando de verdad estábamos bien, cuando estábamos enamorados.

Digo estábamos por no creo que ella de verdad está enamorada de mí, creo que ella está más bien obsesionada con la idea de estar conmigo. Y recalco, ni siquiera creo que sea una obsesión conmigo es más bien, la idea de nosotros dos, creo que soy un capricho para ella, un trofeo.

Me fui del camino, lo que decía es que, nunca he sido un novio súper estrella. Tuve dos novias más aparte de Jana y no creo haber destacado demasiado, puedo ser dulce y romántico pero en ciertos niveles, quiero decir, puedo ser muy especial con alguien pero no es fácil para mí serlo.

No estoy diciendo que sea un mal novio, bueno tal vez en este momento lo sea con todo lo que tiene que ver con Raze pero apartando eso, no lo soy, solo hay un montón de hombres allá afuera mejores que yo en esto.

Nuestra relación es complicada, un poco fría, pero ambos aceptamos esto sabiendo lo que teníamos y lo que no. Nunca le he engañado y creo que ella a mí tampoco, no soy el sujeto que estará besándola y abrazándola a cada segundo, la mayoría del tiempo solo me dejo hacer, no tengo iniciativa pero de cierta manera, lo hacemos funcionar, en una muy extraña manera.

—¿Te parece si vamos a cenar? —Todos mis instintos me dicen que no.

—Seguro, ¿A dónde quieres ir? —cuestiono mientras me monto en el auto, abro la puerta para ella desde adentro y espero a que se ponga el cinturón para arrancar.

—Bueno... —Oh oh, no me gusta ese tono, está tramando algo—, Estaba pensando en que podríamos ir a tu departamento, pedir algo de comida y luego divertirnos un poco. —insinúa con un tono de voz que pretende ser sensual pasando un dedo por mi hombro, hasta pasear por todo mi brazo. Jana aun causa un efecto en mí, sexualmente hablando al menos, pero justo en este momento, en los últimos días más bien solo hay una mujer en mi cabeza y no es Jana, no se siente corrector estar con ella cuando estoy pensando en otra persona, tampoco soy así de mierda.

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