Del odio al amor✓ (EDITANDO)

Cap 32: ¿Tú lo amas?

(Annie)

No tenía fuerzas ni para respirar, pero saque de dónde no tenía para manejar está situación de la manera más... Tranquila. Mamá se encontraba en una especie de shock, tenía que ayudarla a comer, bañar y darle pastillas para dormir. Por otro lado, papá si profesaba su dolor, no hay un momento en el día en el que no llore y grité cuan injusta es la vida por llevarse a su primogénito. Megan se metió en problemas con Thomás porque no quería que viniera a apoyarnos, aún así, aquí se encuentra llorando de la misma manera que mi padre.

Cynthia llora y me sigue como los pollitos a la gallina, Tayler no me mira a la cara, Ben no deja de maldecir, Josh solo se queda mirando a un punto fijo para luego golpear cosas, Augusto... Él nisiquiera a llegado al funeral, no lo veo desde el día del accidente. Y yo... Bueno, ya me encargué de los trámites con la funeraria, le avisé a mis tías y primos que viven en Londres, tuve un inconveniente con un chico y bueno... Solo bastó amenazarlo con que él sería el próximo muerto para resolver todo. Cada veinte minutos aliento a mamá para que diga aunque sea una palabra pero nisiquiera me mira, estoy pendiente de papá y de que los chicos estén tranquilos. Nisiquiera me he duchado y solo tengo en mi sistema un mini vasito de café.

No me he atrevido a acercarme hasta el ataúd dónde se encuentra el único hombre al que le he cocinado en mi vida, mi amor más bonito. No tengo el valor. ¿Eso me hace una cobarde? ¿Él se molestará porque no lo ví en su funeral? Bueno, conociendolo como lo hago se levantaría solo a decirme que me duche porque huelo como un vagabundo.

En este momento me encuentro sentada en una esquina de la estancia, procedo a responder mensajes de Whatsapp y a recogerme en un moño desordenado el cabello, debo parecer un espantapájaros, que horror. El rugido de un motor que llevo escuchando por años, se escucha a lo lejos. Se de quién se trata y los chicos que pegaron la vista a la puerta principal, también. Unos segundos que se vuelven eternos pasan hasta que Augusto entra; Viste todo negro, incluso sus ojeras se unieron a la vestimenta, sus expresiones se mantienen frías como cada vez que se pone esa máscara. Todo se queda en silencio mientras que él pasea los ojos por todo el lugar. El primero en acercarse es Josh quien lo mira con ojos cristalizados antes de murmurarle algo y abrazarlo, pero Gus se mantiene estático en el mismo lugar fijando la mirada en el ataúd adornado de flores. Luego cada uno de los chicos le murmura y susurran cosas antes de abrazarlo o darle palmadas en el hombro, pero nada evita que él quite la mirada de su objetivo.

Sin siquiera mirar a los lados, camina hasta donde se encuentra Megan, Papá y Mamá. Abraza a la primera, le da palmadas en el hombro a papá y cuando llega hasta mamá, se pone de cuclillas para estar a la misma altura, lo próximo que hace es susurrarle algo al oído y darle un beso en la frente. Para la sorpresa de todos, mamá lo abraza antes de empezar a llorar y gritar cosas sin soltarlo, son gritos escalofríantes que hace que todos en la sala lloren con ella. Sus manos se cierran en puños en la chaqueta de Augusto, las lágrimas corren como cascadas por sus mejillas y la garganta se le desgarrará de tanto gritar. Augusto pone su cabeza en las piernas de mamá y desde donde estoy puedo ver sus hombros sacudirse.

Me limpio las lágrimas que nisiquiera sabía que había soltado y poniéndome de pie decido calmar la situación.

—Mamá — intervengo con voz suave, ella tiene los ojos cerrados mientras grita a ningún lugar en específico que le devuelvan a su bebé. Me siento a su lado mientras veo a Augusto levantarse y sin dar una última mirada se va hasta el ataúd de mi hermano.

—¡Quiero que mi hijo vuelva! ¡Tráemelo Nani! ¡Tu hermano tiene que estar aquí a mi lado! —me grita

—Mamita, todo estará bien ¿De acuerdo? Todo...