Extra 200k

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Hola personitas bonitas, ya somos 200k de lecturas, ¿Muy poco? ¡Es más de lo que esperaba! Entonces me dije: Montemos un extra para celebrar. Uno corto, pero algo es algo.

Disfruten de este mini extra, de la boda de los odiosos desde las perspectiva de Gus.

(Augusto Parker)

Iba a casarme.

¿Es increíble, verdad?

Yo, Augusto Parker, iba a casarme.

Tampoco era para tanto... No es cierto, era para mucho, lo admito. Pero ese no era lo sorpresivo, ¿Sabes que lo era? Que luego de estar tanto tiempo en el mercado ahora saldría de él porque sería un hombre casado y fiel a su señora esposa.

Mi señora esposa. Mía.

Ah, que bien se sentía haber logrado mi cometido, al fin esa odiosa de ojos café sería mía en todos los sentidos... Eh, parad, sí, era mía, tenía el derecho de decirlo... Que sí, que estaba claro que ella solo se pertenecía a ella misma y todo eso que con el tiempo la odiosa me ha estado enseñando y lo he aprendido bien con el viejo Juan en terapias, pero, la conclusión es que era mía, y eso no se discute.

No tenía el mejor ejemplo de matrimonio en mi vida y eso era algo que me jodia, pero según lo que decía Annie "estaba en nosotros cortar el ciclo" O alguna mierda así dijo, estaba desnuda cuando lo dijo, no pueden culparme por no razonar en ese momento.

Ahora acababa de despedirla para irse al hotel y empezar a alistarse para la boda. Se había ido cabreada y ya ni recordaba por qué, la verdad era que me encantaba joderla hasta que se volvía una fiera y yo siempre estaba más que encantado de domarla. Suspiré rememorando la manera en que lo hacía.

Me puse de pie con pereza y rasqué mi pecho desnudo mientras bostezaba, iba directo al baño cuando escuché un ruido afuera, fruncí el ceño y saque una navaja que tenía escondida atrás de una foto de Lulú. Me preparé para atacar pero justo entonces la puerta se abrió de un tirón y sin importarme quien fuera tiré la navaja con fuerza.

—¡Maldita sea todo lo jodido de la mierda!

Ah, era Louis.

Le fruncí el ceño porque estuve a nada de darle entre las cejas, pero debía agradecerle a sus reflejos porque la navaja quedó en la pared, lastima, fué un buen lanzamiento.

—Quedará la marca, si Annie lo ve te culparé —avisé retomando mi camino al baño y empezando a cepillar mis dientes mientras lo escuchaba desde afuera parlotear sobre como era bendecido por sus reflejos.

Salí del baño luego de un largo rato dónde me dediqué a quitarme el rastro de barba que poseía y darme una ducha larga que necesitaba para bajar la calentura que mi imaginación me hizo tener, es que solo de imaginar lo que habrá debajo de ese vestido... Sí, pasaríamos la mejor noche de nuestras vidas. Y serían muchas noches más, porque ahora ella sería mi esposa, y viviríamos juntos, y la follaria todas las noches antes de dormir. Suena hasta romántico. 

—¿Te volviste esquizofrénico? —ruedo los ojos al escuchar a Louis tras de mi. Recientemente había salido del hospital al recibir una bala en un brazo en una misión que tuvo en Rusia, la herida se infectó y estuvo a nada, de verdad, a nada de perder el brazo, pero el cabron era suertudo y salió como si nada.

—¿Por qué haces preguntas tan estúpidas? ¿Hablas mucho con Josh? —le frunzo el ceño mientras me quito el resto de espuma para afeitar de la mandíbula.

Lo miro por el espejo del baño y hace una mueca por mi pregunta.

—Es que estabas sonriendole al espejo y... Como sea, apresúrate, debemos ir al hotel.

Del odio al amor✓ (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora