¿Alguna vez soñaste trasmigrar a tu novela favorita?
Para nuestro protagonista había dejado de ser un simple sueño pues al atragantarse y desmayarse, terminó ocupando el papel de un personaje importante de su novela favorita.
Pero para su mala suert...
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Antes de que se diera cuenta, ya habían pasado cerca de tres meses desde que había aparecido a ese mundo de fantasía en el papel del villano.
Jaemin trató de seguir actuando como el Jaemin verdadero, actuando con frialdad y arrogancia, si bien no se le daba fingir alguien que no es aún así había funcionado.
Pero no podría decirse que del todo ya que todos sabían que Jaemin había cambiado de alguna manera. Su rostro seguía siendo frío al igual que su actitud pero también podías darte cuenta que trataba de que sus palabras no fueran del todo hirientes al igual que sus acciones parecían más diferentes.
Incluso Jaemin había dejado de golpear y torturar a su guardia personal cosa que hacía que Jeno se sintiera de alguna forma más cercano y el rencor que le había guardado se había disipado, incluso comenzaba a sentirse de alguna forma diferente cuando estaba con Jaemin.
Le gustaba molestarlo, hacerlo enojar y estar con él.
Al principio creyó que simplemente era que por fin lo veía como un amigo pero conforme más tiempo pasaba con él se daba cuenta que no era solo un sentimiento de amistad lo que sentía.
Y entonces mientras entrenaba con él se dio cuenta que era ese nuevo sentimiento.
Verlo concentrado, con su rostro tranquilo y frío, mientras tensaba la cuerda de su arco y apuntaba al blanco, su figura elegante, sus ceño fruncido por la concentración.
Era una vista que hizo que el corazón de Jeno latiera fuertemente sobre su pecho.
Y al mismo tiempo que Jaemin soltaba la flecha él se dio cuenta que era lo que sentía.
Su espada se quedó congelada en el aire en el momento que todo su cuerpo se congeló, sus ojos abiertos de sorpresa.
—¿Qué pasa?— Escuchó la voz de Jaemin a su lado.
El peliazul cuando soltó la flecha había volteado de reojo al rubio quien estaba entrenado a un par de metros lejos de él pero que de repente se había detenido, como si se hubiera congelado.
Jeno lo volteó a ver sobresaltado, al encontrarse con su mirada su corazón volvió a latir.
—Nada.— Respondió con una sonrisa, tratando de ocultar su nerviosismo.
Jaemin lo examinó con la mirada frunciendo el ceño pero no insistió y continuó entrenando.
—¿Siguen entrenando?— Habló una tercera voz acercándose.
—Logicamente.— Dijo Jaemin acercándose a Renjun.— La cacería es en dos meses.
—¿No participarás?— Se unió Jeno.
Jaemin ya sabía la respuesta pero aún así actuó como si no.
—Este año no puedo, tengo que volver a Go para visitar a mi hermano.— Respondió con tristeza.
