Resiliencia [Casi Angeles]

La mala del cuento (1/4)

Selene abrió los ojos y rápidamente volvió a cerrarlos por la molestia que le causaba la luz artificial de las lámparas.
Se removió incómoda, dándose cuenta de que estaba esposada a una silla. Movió el cuello que le dolía como el infierno.

- Muñeca, te cuesta despertar

Miro al frente un hombre de tez clara, cabello azabache y muy atractivo pero con un aura muy oscura estaba frente a ella.

- Juan Cruz - él sonrió de lado y se señaló con ambas manos

- En persona

- Decime, está solo es una de tus tantas caras o la que usas actualmente? - lo desafío

Él sonrió y se acercó más a ella

- Que inteligente que sos, muñeca - otra vez ese horrible apodo que tanto detestaba

Se concentro en lo que aprendió con tic-tac y se libero de las esposas, froto sus manos frente a él como si nada.

- Veo que aprendiste muchas cosas en tu viaje. Qué más sabes de tu misión? - ella sonrió con arrogancia

- Deberías saberlo, después de todo tuviste acceso al saber universal - le dijo

JC se sentó frente a ella, alisando las arrugas inexistentes de su traje.

- Tenés razón. Hablemos de lo importante, como me vas a ayudar a mí

Ella se ríe sin gracia

- ¿Y que te hace pensar que yo te voy a ayudar a vos? Me podría ir éste instante o matarte aquí mismo

- Me fascina cuando hacen esa pregunta - le hizo una seña a Franca que estaba cerca y ella le alcanzó una carpeta - Además no te arriesgaría a a matar a alguien que no sabes que rostro tiene.

Selene debía admitir que él tenía razón, JC podría ser cualquiera incluso alguno de los chicos y no se podía arriesgar.

- ¿Qué querés de mí? - le pregunto directamente

- Se que intentas esconder lo que sos, tu pasado.

Abrió la carpeta donde se mostraban imágenes de ella cuando era más chica en esos eventos, cuartos de juego, siendo excibida como la muñeca, imágenes de ellos entrando a su casa y mucho más.

Selene sintió náuseas, ni siquiera Sofía había conseguido aquella información.

- Podes ayudarme y yo te ayudo a vos. Le hago llegar esto a Sofía para que encierre a aquellos que te hicieron tanto daño - le tocó la mejilla, secando una lágrima que se le caía. Ella ni se molestó en correrlo - Eso sería mucho más fácil para los dos.

Las luces de la habitación titilaban, el suelo bajo sus pies tiembla y las alarmas suenan. JC logra ver el pequeño destello rojo que ella lucha por contener.