Resiliencia [Casi Angeles]

Sombras

- Pss, Selene - se oía a alguien susurrar - Selene, ¡SELENE KATHERINE DE LA COUR ! 

- ¡NO DIGAS MI SEGUNDO NOMBRE! - grito molesta sentándose aún con los ojos cerrados.

Se refrego los ojos y miro hacia dónde provenía la voz. El petiso tenía una bolsa de papel en la cabeza con una carita sonriente dibujada y miraba hacia la pared detrás de ella.

La platinada soltó una carcajada al verlo así.

- ¿Qué haces Tic-tac? - le pregunto burlona

- Que te haya cambiado los pañales no significa que te quiera ver luego de que rockanrolleaste - ella rodó los ojos

Se separó de Gonza que dormía a su lado con cuidado, no quería despertarlo.

Busco ropa en su armario y se cambió, se puso un top negro, un pantalón café claro y unas zapatillas blancas.

Salió encontrándose al petiso intentando abrir la puerta pero se estaba chocando todo lo que tenía adelante.

Ella rodó los ojos y abrió la puerta golpeando al petiso.

- Eso fue a propósito - hablo con una voz muy chistosa debido al golpe en su nariz

Lo empujó para que saliera y le saco la bolsa de la cabeza, ni se quedó a recibir la mirada acusatoria que le daba mientras bajaba las escaleras.

Entraron a la cocina donde preparo el desayuno aunque por la hora debería ser el almuerzo.

- ¿Qué paso ahora? - le pregunto mientras hacía café

- Paso que Cielo llevo a los chicos a una misión para descubrir a Juan Cruz - se le cayó la tostada de la boca

- ¿Qué? Me dijo que no lo iba a hacer - él se encogió de hombros

- La desesperación puede llevar a cometer locuras. Pero antes de que actúes... hablemos sobre el libro de los ocho candados, al cual le faltan dos llaves - ella sabía un poco del libro pero no mucho.