Resiliencia [Casi Angeles]

Gracias

Al día siguiente los celulares de ambas chicas no habían dejado de sonar, a pesar de que ambas lo ignoraron completamente.

Selene tenía miedo de volver a la mansión. Porque significaría enfrentar todo de lo que había estado escapando.

Las chicas estaban desayunando juntas hablando de banalidades. Selene le había prestado ropa para dormir a Vale la noche anterior y para el día siguiente. A pesar de que la rubia intento negarse, no puedo evitar ceder ante las insistencias de Selene.

Lo diferentes que eran ambas se hacía muy evidente a la hora de vestir.

Cuando Vale había elegido unos jeans rasgados y un remera negra con un dibujo, que le quedaba bastante holgada y unas simples zapatillas.

Selene era más elegante y deslumbrante. Ella se puso una remera manga larga, transparente negra con estrellas y unos jeans ajustados a su cintura con un cinto, para complementar todo unas botas con tacón negro.

El insistente sonido del celular de Vale la canso completamente, obligándola a contestar aún cuando Selene casi le imploraba que no lo hiciera.

Subío a su cuarto algo molesta para un tiempo después ser interrumpida por la presencia de Vale, la cual le tendía el celular.

Ella frunció el ceño negando con las manos.

Ella se vio obligada a contestar al escuchar la voz de su padrino por el altavoz

- Selene ya sé que estás ahí, contesta - ella miro molesta a Vale que la miraba con culpa para tomar el celular

- ¿Qué querés, Nico? - le pregunto molesta

- Epa, así le hablas al padrino más fachero y copado del mundo

- Hacela corta Nico, no estoy para bromas.

- Selene, chiquita, yo puedo entender como te sentís pero no te podés escapar.

Ella resopló con burla, sentía la penetrante mirada de Vale en ella pero la ignoraba.

- No, Nico. Ni vos ni nadie puede entender lo que siento.