☄CAPÍTULO 36☄

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—Tengo una idea —dijo Artemisa sonriendo

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—Tengo una idea —dijo Artemisa sonriendo.

Me sorprende que siempre tenga ideas tan rápido para arreglar los problemas, es una de sus cualidades siempre sabe que hacer.

Sólo sonreí.

—¿Cuál? —le pregunté saliendo de mis pensamientos para prestarle atención.

—¿Y si hacemos una pizza? —dijo Artemisa sonriendo alegremente.

La idea podría ser divertida pero peligrosa y terminado como la otra vez, pero no podía decirle que no, podría ser divertido.

—Esta bien —dije aceptando su idea a pesar de que tal vez supiera como terminaría.

—¡Si! —gritó Artemisa alegremente mientras me abrazaba.

—¡Gracias Noah! —dijo para luego salir de la cocina.

Yo solamente me quedé en la cocina sin hacer nada.

¿Por qué reaccionaba así?, no era la primera vez que lo hacía.

Sólo fruncí el ceño y agitar la cabeza para dejar de quedarme como un maniquí y pensar tanto.

Empecé a dirigirme hacía la sala en donde se encontraban Artemisa y Ocean jugando con Moon.

—Dejen a Moon, Ocean ponte tus zapatos y tu también Artemisa —dije al ver que ninguno de los dos tenía zapatos.

—Espera, ¿por qué no tienes zapatos Artemisa? —dije extrañado hacía Artemisa.

—Lo siento es que me gusta estar descalza y tocar las alfombras —dijo Artemisa mientras frotaba un poco sus pies contra la alfombra y sonreía.

Sólo sonreí divertido al ver la razón por la que no tenía zapatos.

Parece una niña pequeña.

—Esta bien, ponte los zapatos para salir al supermercado, no creo que tenga todos los ingredientes para preparar la pizza —dije para luego dirigirme hacía las escaleras y subir al segundo piso de mi casa.

—Bien —dijo Artemisa mientras corría hacía las escaleras.

—No corras o te... —no pude terminar ya que Artemisa se tropezó con sus propios pies cayendo encima mío.

—Caerás —dije terminando lo que iba a decir antes de que Artemisa cayera encima mío.

—Lo siento —dijo Artemisa disculpándose para luego quedarse ahí.

Yo sólo me estaba poniendo incómodo.

No entendía el porque si nunca me había sentido así.

—Ya te puedes ir a poner tus zapatos —dije para que se pudiera parar de encima mío.

—Tengo flojera —dijo Artemisa sincera.

Yo sólo me reí un poco.

—Si vas te compro algo —dije para que se parará de encima mío.

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