✨Sinopsis✨
Ella es Artemisa Brooks tiene 16 años y a tenido una duda desde hace 7 años, y se preguntan ¿cuál es?, bueno la duda es saber quien es ahora ese niño que conoció de niña, ese niño tierno de ojos azules como la hermosa agua cristalina que...
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Después de que le avisará a Noah que iría por el queso fui para pedirlo.
—Gracias —dije hacía la persona que me lo entregó.
—Vamos Ocean —dije llamando la atención de Ocean para luego tomar su mano y empezar a caminar hacia donde estaba Noah.
—Ocean, ¿cómo quieres que te llame? —dije llamando la atención de para luego preguntarle cómo quería que lo llamar.
—Mmm... no lo sé, tal vez Os —dijo Ocean contestando mi pregunta.
—Okey entonces te diré Os —dije sonriéndole para luego voltear al frente.
Os simplemente se quedó parado.
Sólo fruncí el ceño.
—¿Por qué paras? —dije hacía él.
—Mis agujetas es tan desabrochar y no se atarlas —dijo Os haciendo una mueca mientras volteaba a ver sus tenis.
—Está bien yo tampoco aprendí hasta los 6 —dije en lo último en un susurro mientras me agachaba a su estatura.
—Mira primero tienes que entrelazar estas dos líneas para que estén juntas por siempre —dije mientras entrelazaba los cordones.
—Después formadas dos orejas de conejo —dije prosiguiendo a atar los cordones de Os.
—Y por último decoraremos a tu tenis con un moño —dije terminando de atarle el cordón a Os.
—Ahora a tu ata el otro tenis —dije parándome.
—Primero tengo que entrelazar estas dos líneas para que estén juntas por siempre —dijo Os mientras repitiendo exactamente lo que le dije.
—Luego formar dos orejitas de conejo —dijo Os continuando a atarse las agujetas.
—Y por último decorado mi tenis con un moño —dijo Os terminando de atárselas.
—¡Lo logré! —dijo Os emocionado y feliz por lograr atarlas.
—¡Bien hecho! —dije chocando las cinco con Os.
—Ven ahora vamos con tu hermano —dije tomando su mano y empezar a caminar hacia donde estaba Os.
Sólo empecé a caminar junto a Os pero había algo que me estaba preocupando y era que un hombre no ha dejado de seguirme, lo pude confirmar ahora al ver que estaba detrás de nosotros, lo vi cerca de la casa de Noah, después un carro también nos seguía y por último lo vi en el estacionamiento y ahora está aquí.
Pude escuchar como sus pasos se acercaban cada vez más rápidos y sólo sentí desesperación y miedo.
—Os hay que hacer unas carreritas el primero que llegué a ese estante gana—dije para empezar a correr sólo que no tan rápido para no dejar atrás a Os.
