☄CAPÍTULO 30☄

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—¡Artemisa es hora de entrar a clase! —escuche como me gritaban Ell

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—¡Artemisa es hora de entrar a clase! —escuche como me gritaban Ell.

—¡Ya voy! —grité para luego correr hacia los chicos.

—Bueno aquí nos separamos nos vemos en el almuerzo —dije despidiéndome.

—Okey adióóós —dijo Dorian despidiéndose animadamente.

—¿Tan feliz estás de que me vaya? —le pregunté de forma divertida a Dorian.

—Si, por no darme de la comida que trajiste hace un mes —dijo Dorian quejándose.

Todos nosotros ya nos llevábamos muy bien, nuestra relación entre amigos había incrementado mucho a pesar del poco tiempo y era porque casi todos los días estábamos juntos.

Y sobre lo que Dorian estaba hablando era que hace un mes había traído un almuerzo que yo prepare ya que la comida del comedor sabia muy fea así que al ver que la traía Dorian quería pero yo no lo dejé y a estado resentido por no darle.

Noah, Leo, Elián, Ell y yo nos reímos de Dorian por ser tan infantil.

—Bueno la próxima si te doy —dije riéndome por como se comportaba.

—¡Sii!, adiós Artemisita —dijo Dorian mencionando mi nombre en miniatura.

Yo solo me reí.

—Adiós Dorian —dije sonriendo divertida.

—Adióóós —dijo Leo despidiéndose.

Ell y Elián sólo se despidieron agitando su mano.

Después de despedirme empecé a caminar junto a Noah para ir a clases.

—A ver, el baño quedaba a la vuelta luego a la izquierda y luego a giro a la derecha para luego ir derecho a no giraba a la izquierda y ya ahí está —dije repitiendo las instrucciones que me había dicho Noah... o eso intentaba.

Noah solo se golpeó la frente.

—No, sólo tienes que ir derecho girar a la derecha luego a la izquierda te vas derecho ir a la derecha y ya, si sigues tus propias instrucciones irás al sótano de la escuela —dijo Noah de manera divertida.

—¿Hay un sótano en esta escuela? —pregunté curiosa.

—Si... —dijo sin terminar ya que ya había llegado el profesor.

—Luego me cuentas —dije en un susurro hacía Noah.

El sólo hizo un signo de "ok".

Pasaron las primeras clases y ya era la hora del almuerzo.

—Vamos tengo hambre —dije apurando a Noah.

—Ya tranquila, ya termine —dijo Noah de forma divertida.

—¡Si! —dije para luego tomarlo de la mano y empezar a correr hacía el comedor.

De ese si me se el camino ya que ese era necesario.

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