Morrigan.

12. La boda de Imra.

Imra.

Había pasado una semana hasta que pudieron identificar el cuerpo de la aprendiz. Su nombre era Beth Kane. Una mujer rubia que tenía cierto parecido a Kara, exceptuando por la inteligencia. Grace también había tenido sus consecuencias, la mujer había quedado paralítica. Imra pensó que era un buen castigo para la asesina.

Las cosas mejoraron con el tiempo. Su relación con Gayle iba creciendo, aunque tuviera resentimiento contra su amiga la agente Willis. Sabía que en la agente Marsh había encontrado al amor de su vida, o como decía Kara su Alex. Entonces siendo parte de lo que dicen de las lesbianas, después del ataque que sufrió se fueron a vivir juntas.

Pero no fue lo único que cambió en su vida. Lena Luthor y su esposa Verónica Sinclair se habían mudado a National City. Así que había días que encontraba a la doctora Luthor en casa de su mejor amiga, Kara. Porque sí, había días que necesitaba de su rubia para un abrazo o que le diera masaje en sus manos cuando las sentía adoloridas.

Sabía que no debía ponerse celosa de Lena, porque ya no tenía nada romántico con Kara y estaba en una relación seria con Gayle. Pero sentía que le estaba robando a su mejor amiga y le enojaba que su ojiazul haya perdonado tan rápido a la pelinegra. A su pensar la ojiverde tenía que sufrir el desprecio de la rubia.

Ahora tenía que aceptar su nueva realidad. Después de unas semanas viviendo con Gael, casi un mes ambas se propusieron casarse. Ellas querían ser una pareja oficial, para poder protegerse si a una le pasaba algo, ambas tenían trabajos peligrosos.

Y así comenzó la gran planeación de su boda. Primero estaban discutiendo quién sería la dama de honor de Imra.

-Sé qué quieres que sea Kara, pero cariño debes pensar en tu trabajo. Ya sabes que los jueces pueden desestimar un caso si saben que eres mejor amiga de la forense- comentó Gayle.

A Imra no le convencía mucho, pero realmente le importaba mucho su trabajó. Observó a su prometida con cara adolorida.

-Tal vez pueda ser Sam o Alex. Piensa en una de tus compañeras policías e igualmente Kara no puede estar entre las otras damas- señaló Gayle.

Imra pensaba que Gayle lo hacía por su bien profesional. Lo que no sabía que lo hacía por el bien de ella misma. Estaba celosa de Kara, porque sabía lo que Imra y ella tuvieron. No podía aceptar que no le gustaba la amistad de su prometida con la forense, por simple celos, pero si con esto las separaba un poco era de gane.

-Está bien, ahora tendré que invitarla aalmorzar para explicarle los motivos. Me duele porque es muy importante paramí- comentó tomando su teléfono para mandarle un mensaje a Kara.

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A Imra verdaderamente le dolió hablar con Kara en el almuerzo sobre sus motivos de que no podría ser su dama de honor. Le dolió ver su cara de decepción y dolor. Pensó que tal vez estaba traicionando a su linda rubia, pero no quería que el trabajo que las dos habían hecho se arruinara.

Luego con el tiempo vino lo peor, Kara comenzó a ser fría con ella, ya no era Imra, sólo detective Ardeen. Eso le dolió tanto, la rubia era su lugar seguro, su mejor amiga, la que sabía cómo quitar el dolor de sus manos o rodilla. La que estuvo con ella cuando Grace la hirió. Incluso fue la ojiazul que la animo a que iniciara una relación con Gayle, fue maravilloso. Pero ahora su amiga se había convertido en una compañera de trabajo.

Aun así, siguió el plan de invitar a las otras policías o agentes que fueran sus damas de honor. Claro que la principal estaba reservada para Sam, la fue a buscar a la sala de seguridad informática, estaba investigando algo para su nuevo caso. La morena estaba ahí observando la pantalla del pc, mordiéndose la uña del dedo pulgar.