Alex.
Alex amaba muchas cosas de la vida. Pero lo más importante de su vida eran tres personas: Sam, Ruby y Kara. Por ello le gustaba tenerlas cerca para poder protegerlas. Pero ahora su amada hermana estaba hasta al otro lado del mundo.
Sentía que no podría protegerla, un gran miedo se había instalado en ella. Su hermana no era normal y Alex sentía que debía protegerla del mundo a su alrededor. Y luego vino una furia incontrolable, no entendía porque Kara le había dicho a Sam sobre su partida y a ella no. La agente era su principal confidente y se sintió desplazada por su esposa.
Hoy sería difícil, es la primera cena familiar sin Kara. Las reanudaron un mes después de la boda Imra. Ahora Lena vivía con ellas en el cuarto de invitados, su esposa nunca estaba en casa y según Sam, su hermana menor le habría encargado que cuidarán de la pelinegra embarazada.
Lena estaba ayudando a Sam a preparar la lasaña, mientras Ruby jugaba con Argo. Por cierto, que, gracias a su hermana, ahora tenían mascota. Sonó su Tablet y contestó la llamada de FaceTime, sonrió al ver la cara bronceada y sonriente de su hermana menor.
-¡Hola Alex! ¿Y Lena? - saludó con entusiasmo.
Alex trato de tragarse sus propios celos y sonrió amablemente a su hermana.
-¡Tía Kara!- grito tratando de ver a su tía.
-Espera Kara- Alex puso la Tablet en la mesa de la cocina.
Todas se acercaron a ella y Kara sonrió. -¿Cómo te sientes Lee? Te extraño- comentó quitándose su gorra. Su cabello rubio brillaba con el sol.
-Bien cariño. Pero primero saluda a tu familia. También ellos te extrañan como yo- dijo Lena juguetona con Kara.
-Lo lamento, hace tanto que no te veía que me emocioné y quería saber cómo vas. Sam, Alex, las extraño. También a ti pequeña Ruby- dijo acomodándose. Soldados atrás estaban trabajando.
-Te ves más bronceada hermanita. Espero que te estés poniendo el protector solar- regañó Alex, observando todo atrás de Kara.
-Más importante que eso no dejen que te maten. Debes regresar para el nacimiento de mis sobrinos y hablando de bebés- sonrió Sam viendo a Alex para que continuará.
-Bueno. Verás, Sam ya está esperando a mi bebé. Hoy no los confirmaron- dijo emocionada Alex.
-¡Felicidades! Me alegro mucho por ustedes. Los bebés de Lee tendrán con quién jugar- comentó feliz.
El timbre sonó y Sam fue a abrir, junto a ella fueron Ruby y Argo. Alex sonrió y se levantó. Sabía que debía dejar un poco a solas a Lena y a Kara. Tenía la esperanza que si regresaban a ser pareja la rubia regresaría. Fue a la estufa a meter la lasaña al horno para que se calentará.
Al fondo se escuchaba la animada plática de Lena y Kara. Sonrió sabiendo que ambas se hacían felices. Suspiró lavando algunos trastes y la cocina. Tratando de no escuchar de lo que hablaban, pero así la forma de enterarse que pasaba.
-Te he mandado algunas cartas. Se supone que cada mes tendrían que llegarte- escuchó a su hermana decir.
-No me ha llegado nada cariño. Tal vez tarden un poco más- respondió Lena.
Alex se sintió culpable, pero por sus celos, que eran grandes había sacado lo peor de ella. Ella tenía todas las cartas guardadas en una caja, lo bueno que ellas pensaban que a lo mejor el servicio postal las había perdido. No lo hizo por mala. Si no porque se enojaba que la única que recibía cartas en esa casa era Lena, la agente Danvers se sentía desplazada.
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Morrigan.
Mystery / ThrillerLa patóloga Kara Danvers, al ser una mujer genio, estar dentro del espectro autista y ser algo joven, no la dejan realizar necropsias criminales, sólo pocas veces la dejaron en compañía de un medico o patólogo forense. Por todo esto decide estudiar...