Alex.
Alex nunca se había sentido impotente en su vida, más que ahora. No podría proteger a su pequeña hermana en donde estuviera. Ella había desaparecido varios días. La mayor de las Danvers no había dormido o comido bien en varias horas. Lo importante para ella era encontrar a su hermanita.
Pero Sam la regaño, la había mandado a dormir. Estaba observando el techo, pensando en cómo podría encontrar a su hermana. El ultimo video que consiguieron era que se dirigía al supermercado cercano a su casa. Aún no conseguían las grabaciones del supermercado porque aún el juez no les firmaba la orden. A veces odiaba la burocracia de esto.
Logró cerrar un momento los ojos, perdió la noción del tiempo cuando logro dormir. Se había quedado profundamente dormida. Estaba soñando cuando Kara y ella eran pequeñas. Cuando llevaba a su pequeña hermana de cuatro años al jardín de la casa que vivían en Midvale. A la rubia le gustaba observar a la naturaleza.
Incluso parloteaba cuando veía un animal conocido o que estaba representado en su libro de animales que su madre le había regalado. Su hermana pequeña había aprendido a leer desde los tres años y al parecer era una niña genio. Escucho la risa infantil de su hermana a lo lejos.
Después gritando asustada, un hombre se la estaba llevando con ella. Alex quería alcanzarlos, pero sus pequeños pies se lo impedían. -¡Alex ayúdame- gritaba su pequeña hermana. Casi la alcanzaba. Despertó de pronto asustada.
Se sentó a su cama y se soltó a llorar, deseabacon todo su corazón tener de vuelta a su pequeña hermana. La amaba, sólodeseaba que estuviera segura.
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El segundo mes de desaparición fue el peor para Alex. Sam había recibido una llamada, que habían encontrado el auto de su hermana, en cuanto llegaron a la escena del crimen la agente Danvers quería vomitar.
El auto estaba totalmente quemado, por dentro y por fuera. Adentro, en el asiento de conductor se encontraba el cuerpo de una mujer. Uno de los técnicos se acercó triste, mostró la credencial de médico forense de Kara chamuscada, sólo se alcanzaba ver el apellido Danvers.
Si era su hermana, Alex se cayó al suelo de rodillas y llorando por la pérdida de su hermana, que su sobrina habría perdido una de sus madres, que su cuñada había perdido el amor de su vida. No quería creerlo, pero esa era su hermana. Sintió que le apretaron el hombro fuerte. Era su esposa que también estaba en lágrimas.
Entendió cuando Lena estaba en negación. Así que su madre y ella hicieron lo mejor que pudieron para el funeral de la joven Danvers. En cierto modo así ayudarían a Lena a bajarle la carga. Aunque todo el proceso fue doloroso para ambas. Admiraba a su madre porque seguía fuerte.
Alex ahora deseaba encontrar al que le había hecho eso a su hermana y vengarse. Eso la mantenía cuerda. La noche antes del funeral no pudo dormir nada, sólo se la paso viendo fotos viejas de ella y Kara. Buscando la perfecta para el funeral. Fue casi amaneciendo donde encontró la perfecta foto. Era la de su boda, ella estaba sonriente porque se había casado con el amor de su vida.
La pelirroja sonrió recordando la gran boda que había tenido Kara con Lena. Todo había sido felicidad. Ahora se la habían quitado. Suspiró cansada tomando la foto para enviarla a que la ampliaran para el funeral, la escaneo y luego la envió por correó electrónico.
Bajo a prepararse un café, a las siete de la mañana una Lena Luthor entró por la puerta de la cocina muy cansada. Alex le entrego una taza de café muy cargado, la pelinegra agradeció y se sentó a tomar el café silenciosamente, parecía perdida en el espacio y tiempo, sólo viendo un punto lejano.
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Morrigan.
Mystère / ThrillerLa patóloga Kara Danvers, al ser una mujer genio, estar dentro del espectro autista y ser algo joven, no la dejan realizar necropsias criminales, sólo pocas veces la dejaron en compañía de un medico o patólogo forense. Por todo esto decide estudiar...