Epilogo.

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Lena.

La pelinegra estaba realmente enojada, ella quería matar con sus propias manos a Grace Parker, había dañado a su amada. Pero estaba agradecida que Imra había matado a la asesina, al menos se había vengado de todas la que había hecho.

Lena estaba tomando la mano de su esposa, mientras el médico suturaba la herida que le había hecho Grace en el cuello. Imra tenía una igual, parecía como si las hubiera marcado para que compartieran algo ellas.

-He terminado con esta vida, simplemente quiero enseñar- la sacó de sus pensamientos la rubia, Lena sonrió de manera tierna.

-Hablé con Lex sobre eso, está de acuerdo con que nos mudemos a Metrópolis, ahí estaremos más seguras- observó a su esposa, esperando su reacción. Ella sonrió enormemente, incluso haciendo que el médico sonriera.

-Me encantaría, además estaríamos un poco más cerca de los Kent, veré si la universidad de Metrópolis si necesita alguna patóloga que de clases o tal vez pida trabajo en el hospital de ahí- suspiró cuando el médico cerro la sutura y luego le puso una gasa sobre la herida.

-Serán afortunados de tenerte, pero ahora, por favor pasa lo que resta de tu cuarentena en calma- pidió Lena algo preocupada.

La rubia soltó una pequeña carcajada. Los últimos años habían sido pesados para las dos. Habían pasado tantas cosas que las hizo cambiar de varias maneras y su último cambio era irse de aquella ciudad.

-Prometo ya no ser llevada lejos de ti o de la familia- prometió la rubia sonriendo, beso los labios de Lena.

-Vamos a casa cielo- pidió la pelinegra. La rubia asintió y las dos se retiraron del hospital. 

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Y aún después de lo que pasaron la fiesta sorpresa seguía en pie. Lena y Kara fueron a la casa de la detective Ardeen. Llevaban en una carriola doble a Aerion y a Connor. Mientras que Lena cargaba a la pequeña Lori y Mildred caminaba a su lado.

-Espero que hayas encontrado un regalo perfecto- comentó Lena tratando de adivinar que traía en la caja de regalo que traía su esposa.

-Le compre unas botas para cabalgar y clases de equitación- sonrió emocionada Kara -No podría darle un Pony, ese no cabe en su casa- hizo una pequeña mueca.

Lena sonrió enternecida ante su esposa. Ella no entendía cuando alguien hablaba irónicamente. No se lo diría y esperaba que Imra agradeciera el regalo.

Entraron a la casa y todos esperaban la llegada de Imra. Gayle se acercó preocupada al ver la gasa en el cuello de Kara.

-¿Qué pasó?- preguntó preocupada. Después de todo nadie le había dicho del regreso de Grace.

-Creo que es algo que deberías hablar con tu esposa. Es algo que debería decirte ella... No nosotras- respondió Lena sacando a Connor de la carriola para ir a jugar.

Gayle suspiró viendo a Kara. Lena tomó la mano de su esposa y la alejo de la mirada. Helena estaba tomando un poco de vino en un vaso.

-Bienvenidas- dijo alzando la copa a las dos.

-Ya viene. Escóndanse- grito Alex, todos fueron a esconderse.

Imra entró acompañada de Sam. -¡Sorpresa!- todos gritaron al unísono.

La detective Ardeen saltó asustada, sacando su arma, parecía aún nerviosa por lo que habían pasado. Lena lo entendía, ella sabía por lo que estaba sintiendo, Kara aún parecía nerviosa.

Morrigan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora