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Ansioso, esa era la palabra que describía exactamente su semblante tembloroso, sus uñas siendo mordidas, sus ojos rojos y desesperados. Desde que escuchó que Johnny era uno de los amigos de Mark, no pudo conciliar el sueño más, temiendo que algo le pasara al canadiense, que era como su hermanito y lo quería demasiado...

Pensaba en si decirle la verdad sobre John antes de que sea demasiado tarde para ambos...

                 HACE VARIOS AÑOS...

Su rostro era uno de alegría completo, su sonrisa y ojos se achicaban totalmente satisfecho y su corazón se derretía poco a poco.
Había conocido a su primer amor y en su propio país, era alguien totalmente honesto, amable, y todo lo que podía soñar, consideraba a Johnny como un Ángel. Era un puro amor, un adorado y dorado premio del cielo. Su hora dorada en la que el atardecer iluminaba con el sol ambos rostros de alegría, la luz no era lo suficientemente fuerte pero tampoco nula, simplemente era testigo.

— ¡Deberías de dejar esas porquerías! ¿Crees que llegarás a ser alguien normal haciendo el ridículo? eres un idiota, no sabes una mierda lo que haces.—el fuerte golpe de la puerta que dejó aquella mujer fue suficiente para hacer despertar el sentimiento del menor, cayéndose en sollozos y dejando salir todo el dolor en lágrimas que rodaban por todo su rostro.

Ten estaba derrumbando y gimoteando de dolor mientras su lindo cuadro de rosas estaba destruido a su lado. Le había hecho ese lindo detalle a su madre, pero ella simplemente no lo aceptaba, no importara lo que hiciera, jamás podría estar orgullosa de él; de la mujer que tanto amaba.

Sólo encontraba refugio en Johnny, quien lo entendía y lo escuchaba durante horas hasta que su llanto se calmara.

Un día se reportó la desaparición de la madre de Ten, era algo peculiar ya que era una señora muy "amigable" y no podría desaparecer de la nada, algo no estaba marchando bien desde aquel día.

A él también lo acosaban en su colegio todos los malditos días, los tres supuestos amigos que tenía eran los que cada día lo golpeaban, lo insultaban y lo hacían sangrar.

Un día invitaron a Chittaphon a un karaoke en una calle de paso no muy frecuente, pero una urgencia le salió un imprevisto así que no pudo alcanzar a llegar a la que sería la última noche de sus amigos. Días después se abrió una investigación ya que habían encontrado cuerpos asesinados inhumanamente en el mismo karaoke al cual había sido citado.

Ten no podía sospechar aún ya que tenía ideas de que tal vez fue el "karma" y merecían la muerte por el infierno que le habían hecho pasar.

La última vez que recordaba que lo trataron mal fue un primo suyo, lo había discriminado por salir con un hombre. Ten en esos casos era muy sensible, no era de los que se enojaba y golpeaban cualquier cosa, simplemente se soltaba a llorar.

Johnny empezaba a actuar extraño después de la supuesta desaparición de su primo. Casi no salía y le cancelaba las citas diciendo que estaba ocupado.

Decidió seguirlo aunque se sentía tonto y una horrible persona por sospechar de su propio novio.

Lo siguió a escondidas de su casa y Johnny bajó bruscamente al sótano, para acercarse a un contenedor que tenía en el rincón, se inclinó para tomar aire y fuerza y sacar de los brazos a un cuerpo de ahí, quejándose de lo pesado que estaba.

Arrastró el cuerpo pálido y magullado hasta el medio de la habitación, aún seguía con vida porque John lo había conservado bien, pero se estaba deteriorando.

Deslizó la palma de su mano por todo su torso, hasta llegar al abdomen. —Tienes un cuerpo bonito, quien diría que eres un maldito homofóbico. —Y brutalmente intercambió las caricias por una apuñalada sin piedad de traspasar la carne crudamente.

Pasó todo la punta del cuchillo desde su cuello hasta su parte baja, hundió aún más profundo el filo en su corazón hasta que se escuchara el chapoteo de la sangre hacer contacto con su mano que estaba adentrandose, lo apuñaló múltiples de veces hasta que su cara quedara completamente salpicada y escurriendo de sangre.

— Me lavaré rápido que no quiero tener algo de un idiota como tú. —Tomó una toalla que tenía cerca y se limpió sólo la sangre que podía ver alcanzar a sentir.

Y por último pero no menos importante, agarró una de las hachas que tenía y la dejó caer con toda la fuerza de sus brazos, en un acto sin una pizca de remordimiento y cruel, lo decapitó, separando su cabeza de su torso. Sería un desastre limpiar todo eso pero John tenía paciencia.

Un pánico aterrador estaba en los ojos de Chittaphon, las náuseas le llegaban hasta la garganta con ganas de tocar fondo, se sentía tan desalmado por ver todas esas atrocidades que su novio hacía a escondidas. Tan decepcionado.

Cuando las arcadas lo invadieron, no esperó mucho y se fue corriendo a la cocina, tenía cuchillos cerca por si Johnny trataba de hacerle algo cuando se enterara, aunque el menor no era ni capaz de saber sostener un filo por un rato.

— ¡Johnny! —Gritó esperando al mayor, su voz estaba medio cortada y agitada.

— ¿Pasa algo, amor? —Llegó John a donde estaba, ni siquiera se había molestado en cambiar su ropa, estaba toda manchada del líquido asqueroso carmesí.

— Tú... —Ni siquiera podía hablar, tenía un nudo en la garganta que lo detenía, y el llanto iba a salir.

— Oh, bebé... veo que te diste cuenta, ese primo tuyo es un maldito idiota, pero no te preocupes que no te volverá a hacer más daño. —Se acercó a Ten para extender sus brazos pero el otro retrocedió titubeante.

— ¡¿Cómo puedes hacer algo así?! Está mal que me hagan daño pero que les hagas esas cosas horribles está aún peor, jamás lo creí de ti, estoy totalmente decepcionado y asqueado de ti... ¡me das asco!

Al más alto le destrozaron el corazón esas palabras, pero sobretodo aumentó su terrible malhumor.

— ¿Te atreves a despreciar lo que hice por ti? ¿Acaso no te das cuenta que siempre he tratado de protegerte? Incluso maté a esos amigos que tanto bullying te hacían y ¿no estás para nada agradecido? —John iba acercándose amenazante a Ten en cada palabra que decía.

— ¡No lo estoy! ¡Estás totalmente loco! —empezaba a sentirse culpable y no sabia lo que salía de su boca.

— ¿Tú...? ¿Mataste a mi... mamá? —Ten pensaba lo peor y eso hizo que todo su entorno se volviera incoherente.

— ¿Qué querías que hiciera? ¿Acaso querías aguantar todos sus comentarios horribles sobre ti? —John sacó repentinamente una navaja que traía en el bolsillo.

— ¡Pero yo la quería! ¡Es algo que no entenderías!

Johnny en un par de segundos lo tomó de la nuca violentamente, Ten estaba paralizado, asustado y sus ojos estaban cristalizados.

— ¿Estás usando mi pasado para defenderte? —Del enojo pasó la navaja fuertemente cerca del cuello, procuró que no fuera un lugar peligroso y que no se desangrara tanto.

Y después de dejarlo chorreando de santre, comenzó a alejarse pero antes, dijo algo a un afectado Chittaphon.

— Y aún no acabo, bebé.

Estaba tratando de respirar mientras se tapaba la herida con la mano y viendo como la sangre brotaba, sintió ganas de vomitar y fue lo último que recordó antes de perder el conocimiento por completo.

johnmark - two facedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora