johnmark - two faced

7

John lo estaba esperando con un semblante muy divertido, con los codos en la mesa y jugando con su mirada juguetona viendo a Mark llegar.

— ¿Listo? ¿Listo para empezar a escribir canciones con el mismísimo Johnny? —Se empezó a reír, animando el ambiente.

— Cierra la boca, concéntrate —De su mochila sacó su libreta y unos cuantos lápices, colocando todo encima de la mesa.

— Que amargado —Chasqueó la lengua y lo volteó a ver con algo de decepción, a lo mejor no andaba de humor como él.

— Mira tengo estas palabras:
¿puedes tomar todo mi amor? Estoy dibujandote ahora, mi corazón se expande aún más esta vez —entonó con un ritmo lento mientras remarcaba lo escrito en las hojas que tenía debajo de sus dedos.

— Yo escribí esto, no sé si pueda ir después.
Más que un sueño que se abre sólo para mí, estoy flotando en un lugar más alto que las nubes.

— Mmh... está bien. —murmuró asintiendo, le parecía interesante.

— ¡Bien! —sonrieron al unísono e inconscientemente Mark se sonrojó por hacerlo así de la nada.

Y vaya que Johnny pensaba lo precioso que se veía haciendo una de esas sonrisitas que adornaban su adorable rostro.

— ¿Sabes? Gracias a que me has estado ayudado a escribir y darme inspiración, te recompenso con invitarte a un parque de diversiones ¿Qué te parece? —la verdad tenía miedo de organizar todo eso y que su mayor le rechazara.

— Wow ¿En serio? ¿A mí? Por supuesto que sí, Mark.

Definitivamente no esperaba recibir alguna invitación del canadiense pero, temblaba de pensar que estaría cada vez más cerca.

------ ×_× ------

— Es increíble ver todo desde aquí —mencionó Mark desde la increíble y alta vista desde la rueda de la fortuna, el cielo parecía infinito.

— Lo sé, hay muchas luces, podemos escribir sobre un amor que tiene complicaciones, como la rueda de la fortuna que sube y baja.

— Me interesa la idea, el amor es tan lindo... gracias por ayudarme.

— Gracias a ti por permitirme ser tu amigo, ya puedes decir que tienes amigos.

Rieron durante toda la noche hasta que su estómago doliera, jugaron demasiado, comieron dulces hasta que los dientes se sintieran sensibles.

Mark finalmente pudo experimentar lo que era una verdadera felicidad para él, nadie obligaba a John a estar con él y era fabuloso... estaba porque quería. Lo quería a él...

Se hizo rutina irse encontrando con John en distintos lugares, en cualquier lugar era perfecto para ambos porque lograban adaptarse, incluso podía decir que se sentía demasiado emocionado cada que iba de camino a encontrarse con él.

Le inquietaba saber que podían acabar muchas canciones en par de semanas.

Era como si su imaginación vagara por el cielo y encontró a alguien con quien su alma y mente encajara al punto de saber lo que diría.

Sólo había que Johnny había sido una luz con él, había sido tan atento, tan amable; de vez en cuando le daba palmadas en la cabeza con dulzura para animarlo o simplemente decirle que estaba orgulloso de él. Mark estaba jodidamente embobado con los halagos y las palabras endulzantes.

Pero cada cosa se arruina ¿no? nada dura mucho tiempo.