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Estaba en la cocina preparando su desayuno junto a la Señora Bae, tenía todavía el moretón bien marcado en el rostro.

Todo estaba normal, él platicando con la señora que estaba ahí mientras comía fideos, ya se le había pasado el enojo de hace unos días con el Señor Lee, estaba tranquilo y emocionado porque después de clases vería a Johnny.

Su madre estaba en el fin de las escaleras esperando a su esposo, las escaleras y la cocina estaban casi pegadas así que Mark podía ver a su mamá ya lista esperando.

Tenían una reunión muy importante, la Señora Lee ya se estaba desesperando porque su esposo se estaba demorando mucho.

— Agh —Fue eso y un sonido de su tacón para que subiera al segundo piso a buscar a su esposo.

Mark escuchaba como abría y cerraba puertas llamando el nombre del señor, no fue hasta cuando escuchó la última puerta acompañado de un gran grito agudo de la mujer.

La señora Bae se asustó y fue corriendo hacia ella, Mark no pudo reaccionar ante los abucheos y murmuros de las demás mucamas que decían que llamaran a urgencias.

Vió a su mamá sollozando sin parar y su hermoso vestido blanco empapado con sangre.

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Avisaron sobre el fallecimiento del Señor Lee a la hora 11:47 a.m. de un día helado y seco común del típico invierno.

Su madre no dejaba de chillar mientras estaba de rodillas en el suelo, apoyando su cabeza en una de las sillas, estaba completamente derrotada, apretando sus mechones de cabello.

La madre de Mark dijo que cuando al último entró al baño para ver si estaba ahí, vió el cuerpo de su esposo dentro de la bañera y ésta estaba llena de sangre, el agua contaminada le llegaba hasta las clavículas y todo su cuerpo estaba hundido, excepto su cabeza y su muñeca, esa estaba fuera de la bañera con las venas cortadas, el pecho del señor también estaba destrozado en carne viva.

Rápidamente declararon que se trató de un suicidio, no habían pruebas de que había sido un asesinato, pensaron que tal vez el señor se había cortado el pecho con un cuchillo que pertenecía a la cocina para después cortarse las venas de la muñeca, mientras estaba sumergido en agua caliente.

La señora Lee no creía y decía que su esposo fue asesinado ya que él jamás haría algo tan absurdo.

Pero el canadiense... él no sentía ni una gota de tristeza, por dentro estaba agradecido de que su padre ahora estuviera muerto, aunque no sabía la verdad sobre si alguien lo mató o sólo se mató él solo pero no le importaba, igual ya estaba muerto y no iba a molestarlo más.

Fue a clases como si nada hubiera sucedido, las noticias se llenaron completamente sobre el fallecimiento del Empresario Lee, todos estaban tristes por Mark pero él solo fingía estarlo y sonreía amablemente, aceptando condolencias.

Esa misma tarde se encontró con Johnny quien lo abrazó profundamente al verlo.

— Lo siento mucho por lo de tu padre. —Dijo mientras tenía la cabeza en su hombro.

— No te preocupes, no me siento tan mal —El menor soltó una risita alegre y apretó el cuerpo del más alto.

— Sabía que podías superarlo pronto. —Johnny sonrió perverso, aprovechando que su pequeño no lo veía. Una sonrisa que no parecía sentir para nada de empatía, estaba feliz de que su niño ya no sufriría por su padre.

Mark lo tomó de los brazos para alejarlo unos centímetros.

— ¿Que te parece si salimos a tomar un café? Yo invito.

— Con todo gusto, bebé. —John tomó la mano de su niño y salieron rumbo a un café.

johnmark - two facedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora