Ya habían pasado varios días desde que reportaron la repentina desaparición de Ten. Sus amigos estaban desesperados por saber de su rastro, no era algo normal que él no apareciera.
Por otro lado, Mark estaba exageradamente apagado porque no sabía en dónde podía estar su mejor amigo, lo necesitaba y mucho. Sus días no mejoraban sin la compañía del tailandés.El último mensaje que recibió de Ten fue cuando decidieron encontrarse, sin embargo, el mayor nunca llegó. Pensó que en gran parte era su culpa ya que desapareció cuando iba en camino al restaurante a las afueras de la ciudad.
Ya que Ten no estaba, Mark tomó otro tipo de figura con John, era lo único que le quedaba.
Johnny no comprendía porque su pequeño seguía triste por Ten, intentaba animarlo pero la tristeza seguía estancada ahí; lo llevó a varios lugares bonitos y lo invitó a comer y gracias a eso se hicieron aún más unidos, pasaban casi todo el día juntos si no fuera por la universidad de Mark. Y el menor ni siquiera recordaba que tenía un amigo llamado Jaemin.
— Tienes unos ojos muy lindos.
— Gracias Mark, tú también eres lindo. —Johnny agarró su mano y empezó a jugar con sus dedos.
— ¿Crees que esté mal que tenga sentimientos hacía ti?
Se quedó totalmente desconcertado por la inesperada confesión y volteó a verlo, los ojos de Mark mostraban que para nada estaba haciendo alguna broma. Nunca pensó que el canadiense fuera a enamorarse tan rápido.
— ¿Por qué estaría mal? —Siguió jugando con su manita y llevó sus labios a los nudillos para besar el dorso.
— No lo sé, digo... somos amigos y tal vez no quieras tene-
John lo interrumpió abruptamente antes de que dijera otra cosa más, no quería que se arrepintiera de su confesión.
— No te lastimaré como lo hizo Ten, esta vez eres correspondido, Markie. —Dicho eso se acercó para tomarlo de sus cachetes y depositó un dulce beso en los labios.
Mark sintió como su estómago dolía, no sabía si eran de nervios o emoción.
— Eres tan lindo cuando te pones nervioso, cariño.
Mark se sintió completamente dulce como un caramelo cuando escuchó su nuevo apodo "cariño."
— Nunca te lo dije pero me gustaba la forma en la que te veías cuando te concentrabas en escribir.
— Gracias por cuidarme, por hacerme sentir cómodo y gracias por salir conmigo, te quiero...
— Te quiero más, pequeño.
Estaban en lo más alto de un edificio, era un lugar ya muy conocido para ellos ya que siempre iban a ver las estrellas y sentarse en las orillas de aquella azotea hasta que el aire hiciera presentes los escalofríos en su piel.
Cuando Mark estaba con Johnny se olvidaba de todo... hasta de quien fue su mejor amigo, estaba totalmente cegado.
------ ×_× ------
Iba llegando a casa, pasó por la sala y detuvo su paso cuando escuchó la voz que tanto odiaba de su padre.
— ¿Por qué razón veo que has subido de peso? —El señor se levantó bruscamente del sofá y fue de manera amenazante a topar con Mark. — Tal vez porque no te controlas y empezaste a ser un estúpido glotón otra vez ¿No es así Mark?
— Déjame en paz, por favor.
— Creo que hace falta que te corrija un poco más, sigues sin hacer caso. ¿Quieres que te quite todo lo que tienes y lo único que veas es una maldita pesa?
— No... —Agachó la cabeza, era un increíble día ya que él y Johnny comenzaron a salir pero su padre había arruinado todo.
— Maldito inútil, ve a tu habitación y olvídate de escribir tus canciones que eso no te sirve de nada.
— Lo seguiré haciendo.
— ¿Qué dijiste? No te gusta hacer nada más y ¿Prefieres hacer tu porquería de escribir? Estás loco.
— No es una porquería, es lo único que hace que me olvide de todos mis problemas.
— ¿Problemas? ¿Qué problemas podría tener un muchachito como tú? Dímelo.
— ¡Es algo que tú nunca entenderías! ¡Jamás me vas a entender en toda tu sucia vida, porque eres un maldito señor loco! —sintió la verdadera adrenalina y rabia apoderarse de todos sus sentidos al decir eso.
Mark sólo vió como el puño del señor Lee estampaba en su rostro y se ladeó para caer al piso rudamente.
— ¡¿Cómo te atreves a hablarme así?! ¡Maldito desquiciado!
La ama de llaves fue corriendo a por el canadiense, quien estaba tirado en el suelo con un poco de sangre brotando por su nariz.
— Señor Lee, ¿Puede controlarse?
La señora Bae recibió unos cuantos insultos de parte del padre de Mark pero no le importó ya que estaba preocupada por el menor.
Mark deseaba que su madre estuviera en ese lugar pero sólo era la empleada que se preocupaba por él...
Johnny quien estaba presenciando desde lejos, estaba verdaderamente enojado, quería golpear al Señor Lee pero lo descubrirían y eso sería un terrible problema.

ESTÁS LEYENDO
johnmark - two faced
Misterio / Suspenso- ¿Qué pasó cariño? ¿Ya no te parezco lindo? 🔞 Mantener discreción. Lenguaje no apto para personas sensibles.