Demostrar el odio con insultos, palabras, gritos, golpes, mal de ojo. Todo es una simple tela que oculta el verdadero sentimiento. ¿Puede ser amor o simplemente un capricho por atención?
Ser nueva en Hogwarts no es un trabajo fácil, más cuando eres...
A los días, me encontraba andando en bicicleta. El sol brillante, el cielo algo anaranjado con algunas nubes, era precioso. No había tanta como esperaba, entre los que había noto a una chica pelirroja, cuando más me acerco más la reconozco, era Evans, con otra chica.
—¡Evans!—gritó llamando su atención.
Su cara formó una sonrisa.
—¿Grindelwald?¿Que te trae por aquí?—dice saludando.
—He terminado un libro y me sumergí en tristeza, entonces salí para tomar aire.
—¿Y esta quién es?¿Otra anormal?—agrega la chica a su lado.
—¡Petunia!—dice Lily avergonzada.
La miro de mal gusto y una ceja arqueada. Leí su mente, nada interesante para una simple muggle.
—Que ordinaria es tu hermana—digo a secas.
Petunia suelta un suspiro y se marcha.
—Perdón por lo que dijo.
—No tienes porque disculparte, sino ella.
Manejo en círculos, teniendo la en el medio.
—Severus me habló de que comieron en tu casa.—dice.
—Si. Mi madre los invito.
—Que generosa. Él me dijo que la paso bien allí.—dice con una sonrisa.
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—¿Lo dices en serio?—preguntó a lo que asiente—Si tu lo dicen, te creeré. ¿Quieres que te acompañe hasta tu casa?
—Si, claro.
Dice por último mientras la acompaño. No era tan lejos. Unas cuadras antes de llegar dice algo que llama mi atención.
—¿Te gusta?—dice provocando que frene y la mire confundida—Vamos no diré nada, solo quiero saber.
Me quedé pensando.
—No... Lily, no.
—No he dicho su nombre. ¿En quien has pensado?—dice sonriente a lo que rasco mi cabeza.
—¿De quien hablabas tú?—digo a lo que ríe.
—Hablo de Severus.
—¿Que te hizo pensar que me gusta?
—Solo lo siento.—dice a lo que retomamos el rumbo a su casa.—Tal vez no ahora pero si más adelante—susurra.
Se me escapa un suspiro por ello. Al llegar a su casa, me despido y voy hacia la mía.
En un pestañeo ya estaba en agosto, hermoso agosto. Con Denise estábamos jugando a las cartas mientras un búho se reposa en la ventana, Hedre agarra la carta.
—Es para T/N—dice Hedre leyendo.
—Ve, de igual manera ya he ganado.—dice a lo que bufo.
Era de Lily.
Querida T/N:
T/N, espero que te encuentres en tu casa. Planeaba ir a visitarte con Severus. Fue difícil convencerlo, pero lo he logrado. Esperare a tu confirmación y que estés desocupada.
Un abrazo.
L.E
Leo. Estaríamos solos ya que mi madre se irá con Hedre a comprar unas cosas. Debía preguntar. Cuando me confirmo, mande la carta hacia Lily. Ellos llegaron primero antes de que mi madre se vaya.
NARRA SEVERUS:
Una hora paso de que estoy aquí y ya me quiero ir. No se como deje convencerme. Todo lo que hago para verla feliz. Grindelwald fue a buscar algo para que merendemos.
—¿Te sientes mejor?—pregunta Lily a lo que niego.—¿Qué te hará sentir mejor?
—¿Leer?—respondo.
—Bueno, esperemos a que T/N llegue y lees algo.
—Iré al lago.—digo mientras me levanto y salgo.
Unos minutos más tarde, las dos se sientas junto a mi y con la comida.
—Hay que animar a nuestro amigo—comenta Lily, la miro extrañado.
—¿Por qué anda mal?—pregunta Grindelwald.
—No somos amigos.—agrego provocando que Grindelwald mire hacia un costado.
—Yo nunca lo he dicho.
—Mejor. No lo consideres tampoco.
—¡Severus! No seas así.—bufo Lily.
—Esta bien Lily. Lo dejaré pasar solo porque esta malhumorado.—dice Grindelwald con cara seria.
Solo ignoro y miro hacia el lago. Los tres estábamos en silencio, estiró mis pies y apoyo mis manos en el suelo. Lily se acostó sobre mis piernas leyendo en voz alta un libro. Grindelwald se recuesta en el pasto. Y así estuvimos hasta el momento de irnos. Pensé que sería peor de lo que imaginaba, pero no estuvo tan mal esa tarde.
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Es cortito, lo sé, pero debo seguir. Espero que les haya gustado, pueden comentar o votar.
