𝑻𝒉𝒆 𝑬𝒏𝒆𝒎𝒊𝒆𝒔 (𝑺𝒆𝒗𝒆𝒓𝒖𝒔 𝑺𝒏𝒂𝒑𝒆) Pt 1

ѕηαкє вιтє

SEXTO AÑO:

NARRA T/N:

Dijo sin vergüenza, ni temor, que abra mis piernas. Simples palabras que cumpliría las veces que lo pida. Apretó mis muslos con intensidad mientras lentamente me quitaba la pollera. Comenzó a hacer un recorrido de besos hasta llegar ahí para dejar un simple beso y luego mirarme con una sonrisa.

—¿Estas segura de esto?—pregunta mientras toma asiento junto a mi.

—¿Y tú?—pregunto a lo que asiente, sonrío y lo beso.

Baje mis manos hasta su pantalón para desabrocharlo. Cuando los dos estábamos sin ropa, lo atraje más hacia mi, lo quería cerca, muy cerca. Quería que me sintiera, y yo sentirlo a él. No se que es lo que estará pensando, pero por su sonrisa supongo que es algo bueno. Antes de que tratara de entrar en mi lo detengo.

—Primero has esto—digo tomando su mano y llevándolo hasta ahí.

Le enseño el movimiento que debe hacer. Tomo confianza y comenzó a frotar, suave y delicadamente, provocando algún que otro gemido de mi parte, su cara de satisfacción me encanta. Mientras seguía, empezó a besar mi cuello, yo hervía de sensaciones, debía transmitírselo y comencé a masturbarlo.

—Sev...—dije con sonido ahogado.

Al haber terminado conmigo me acerco más hacia el y me besó. Lo moví para que yo estuviese arriba de él. Me mira con una ceja levantada.

—De esa forma es en la que me tocara Severus.—digo a lo se me acaricia la cintura y asiente con la cabeza con una débil risa.—A mi sola me tocaras.

—Claro—dice riendo.

Trato de mirar hacia otro lado pero tome de su mentón para que vuelva a mirarme y esta vez con cara seria le repetí.

—A mi sola Severus.—digo a lo que me mira de arriba bajo.

—A ti sola, mandona.

Me empuja para estar más cerca de su cara y finalmente lo siento todo, su miembro duro, su tacto, su todo. Comencé a cabalgar y se lo escucha algún que otro gemido y apretaba mis senos con excitación.

En un momento, él estaba arriba mío, besando mi cuerpo, penetrándolo, sintiéndolo. Al principio dolía pero luego ya era puro placer. Me preguntaba si estaba bien cada vez que me veía, a lo que asentía. En un momento paro, y fue a hasta ahí, a besarlo, frotarlo como le enseñé. El movimiento de su lengua tenía el timón de todo mi cuerpo, me trasmitía muchísimo placer que termine gimiendo. Extendió su manos para apretar y frotar uno de mis senos, aumentando la excitación. Al haber terminado lo miro.

—Es mi turno.—digo mientras lo arrastro hasta mi.

Tomo su miembro y lo introduzco en mi boca, sin vergüenza, haciendo movimientos de arriba hacia abajo, a veces con intensidad, otros lentos.
Su cara decía todo, ahora era él, el que gemía, disfrutaba de lo que hacía.

—T/N...—dice con voz ahogada.—No te detengas.

Dejo de tocarlo y sonrío.

—No pensaba hacerlo.—contesto.

Hice movimientos con mis manos en su miembros mientras besaba su cuello, dejando marcas. Él hizo lo mismo conmigo. Pero había más marcas en mis senos que cuello.
Me dio vuelta para tenerme bajo suyo, pero seguí complaciéndolo, sus gemidos me prendían, pero lo hacían más de lo usual cuando grita mi nombre. En el momento final sentí como se desparrama en mi, su respiración acortada por el cansancio, no era el único.
Me limpie y volví a acostar, este me dio un beso en la frente y se acostó arriba mío, abrazándome. Con mucho cariño, empiezo a acariciar su cabello.
Me miro sonrojado.