POV Golden
Unos quejidos comienzan a salir de mi boca, tengo el sentimiento de que he estado durmiendo mucho tiempo pero no quiero abrir mis ojos. Estoy empezando a sentir mucho calor, mi mano izquierda va hacia mi frente, ¿qué hora es? Todo está muy oscuro...
En cuanto mi brazo comienza a acercarse a mi rostro, siento como algo mojado y frío esta en mi frente. Retiro mi brazo confundido y tomo entre mis dedos un pañuelo empapado de agua fría.
—Mmm...— abro mis ojos y veo que tengo a Freddy en mi pecho, abrazándome delicadamente. Su maltratado rostro está contra mi pectoral derecho y... ¿Estamos desnudos?
Empiezo a enrojecer de la vergüenza cuando me doy cuenta de que efectivamente estamos como Dios nos trajo al mundo. No sé qué hacer, no sé si siquiera deba de respirar... ¿Y si lo quito? No, podría despertarlo. ¿Comienzo a irme lentamente? Ah no, tengo el tobillo roto, no puedo caminar solo... Y si voy ahí saltando, haré mucho ruido.
Un gruñido de frustración y vergüenza sale de mis labios mientras cubro mi rostro con mi mano izquierda. Dios, sólo te pido que no se vaya a despertar...
—¿Golden...?— ah, que bien que me escuchas, Dios. Un sobresalto salió automáticamente como acto reflejo en cuanto sentí como la mano de Freddy acariciaba una de mis mejillas, agradezco que el ambiente esté oscuro, así no ve que estoy todo rojo.
—A-Ah, h-hola, buenos... ¿Días?— ¿qué estupidez acabo de decir? Una sonrisa ladeada se escapa de la boca de Freddy y veo como unas pequeñas lágrimas se acumulan en sus ojos.
—Despertaste.— dijo sonriente a lo que yo confundido alcé mi ceja.— Es que tú... Tenías una fiebre muy alta y yo... Yo pensé lo peor...— ah, ahora entiendo el porqué de ese sentimiento de que llevaba dormido mucho tiempo: estaba delirando.
—Entiendo... Pero, ¿Fred me cuidó...?— era una pregunta estúpida, lo sé, pero nada perdía en preguntar. Freddy por su parte se puso un poco incómodo, noté que torcía un poco la boca mientras alejaba su mano de mi. No, no te vayas... Quédate así, cerca de mí, me gusta tenerte cerca...
—No, uhm... Yo te cuidé.— declaró el de piel morena desviando su mirada hacia otro lado que no fueran mis ojos, su comportamiento era en claro nerviosismo y eso se veía tan tierno.— Bueno, eh, por cierto... Nuestra ropa estaba muy sucia así que me tomé la molestia de lavarla en la tina y bueno no está seca aún pero probablemente para mañana en la mañana lo esté.
Yo asentí mientras una pequeña sonrisa se asomaba por mi rostro. ¿Ha estado cuidándome? ¿A mí? ¿Tanto le importo?
—Y el vendaje...
—¡Ah! Sí, lo siento, no soy experto en hacer vendajes y eso...— comenzó a explicar mientras movía sus manos de manera nerviosa. Yo bufé burlonamente y con las pocas fuerzas que tenía comencé a enderezarme, llamando su atención por completo.— Oh, con cuidado.— murmuró mientras tomaba uno de mis brazos y me ayudaba a quedarme sentado con mi espalda tocando a la cabecera.—Sí, gracias...
—E-Entonces sobre el vendaje, si no te sienta bien podríamos quitar las vendas y volverlas a colocar de la manera que a ti te guste y...
—No, Freddy...— lo interrumpí con una pequeña risa de por medio haciendo que el castaño inmediatamente cerrara su boca.— Sólo iba a decirte que ya me siento mucho mejor gracias a ti y a tus cuidados. Gracias...— acaricié su mejilla y pude sentir cómo esta se calentaba, es tan adorable aún cuando tiene esos horribles moretones por todo su rostro.