Capítulo 15: Silencio.

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(Escena explícita +18)

Alex me hace a un lado y entra a mi departamento sin siquiera dejarme invitarlo. La botella de vodka la tira al suelo rompiendo los vidrios que se esparcen.

Muevo a Alex Morgan hacia aún lado para que no pise los vidrios, y busco una cajeta que no uso para recoger los vidrios. La frustración es tan grande que me corto con un vidrio, es poco, pero solo explota todo en mi.

Me vomitaron la casa, la ropa, la cara, y viene Alex y rompe una botella de vodka, la recogo y una cortada es lo que recibo. ¿Esto es lo que viviré cuando los tenga a los cuatro para mi? Jodida mierda, eso me hace pensar dos veces si de verdad quiero eso.

Soy una mujer independiente, se lo que quiero y como conseguirlo, y que yo esté haciendo este tipo de cosas a las casi cuatro de la mañana, me hace dudar hasta de mi existencia.

Son como cuatro bebés recién nacidos, tengo que estar pendiente de ellos todo el maldito tiempo, si vomitan, si se emborrachan, si se ponen celosos, si comen, si están bien. Ni hijos quiero tener, como para criar unos grandes.

Boto la cajeta con los vidrio lejos de Alex, ya que esta borracho y lo más seguro es que cometa una locura. Viniendo de un Morgan todo es posible.

Vuelvo a la sala encontrándome a Alex Morgan con la tercera pierna que tiene como pene en la mano, fuera del pantalón en el sillón que está aún lado del que Rachel vomitó, al parecer que hasta borracho identifica los olores asquerosos.

—¿Porqué estás con la verga al aire? —Le pregunto bajando mi vista a su verga erecta.

Sonríe con picardía al verme quedar impregnada a su verga que muchas veces probé.

Pasa sus manos encima de su miembro, y con coquetería, me pregunta:

—¿Quieres?

No dudo en responder.

—Si.

Muevo la cabeza volviendo a la tierra, tengo que vigilar a Reece y Thomas, acostarnos y darles las pastilla para que mañana no se levanten con ganas de suicidarse. Ahora no puedo coger, y más cuando Rachel está cerca.

—Te doy cinco minutos para que me digas que quieres y te largas de mi apartamento.

Tuerce la boca frustrado con mis palabras. Se levanta del sillón, esconden su verga torpemente y se acerca mi dejando que le de un vistazo a su gran cuerpo escultural casi parecido al de un dios griego.

La camisa la tiene entreabierta, la corbata mal arreglada, sus manos llevan los anillos que siempre carga y el reloj que le regale el año pasado en su cumpleaños. Su postura lo hace ver tan inalcanzable que me excita saber que lo tengo a mis pies.

Llega frente a mi y me toma de los hombros mirándome fijamente con eso hermosos ojos que siempre quise tener solo para mí. Mirándome solo a mi.

—No quiero que sigas pensando que Sara es alguien importante para mi, ella para mi es solo mi ex esposa, solo eso, en cambia tu —sube sus manos hasta mi rostro agarrandolo— Tú eres todo para mi, Micaela. Estoy jodidamente enamorado de ti.

Abro la boca sin poder creer que lo acaba de decir. Lo dijo, pensé que no lo iba a decir, y menos estando borracho.

—Alex...

Destrucción (Los Morgan) [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora