Destrucción (Los Morgan) [+18]

Capítulo 30: Castigos.

Christopher no sabe qué hacer, solo se queda en total desconcierto como si calculara probablemente cuando debo tener y si él es el padre o no, su mente debe estar maquinando la probabilidades, al igual que Alex quien esta pálido, Thomas con la boca por los suelos junto a su corazón que late con tanta intensidad que todos lo escuchan y Reece, mi Daddy Reece que es el más feliz de todos y quien no le interesa mucho quien es el padre porque igual amara al engendro.

Él es el primero en acercarse a mí, el doctor sabe por dónde meterse o si abrir el piso y enterrarse, y yo solo me río internamente. ¿Será esta mi oportunidad para castigarlos? Sé que Reece no me ha hecho nada malo, Thomas ha tenido muchos hijos con demasiadas mujeres a lo largo de los años, sería divertido ver como calculan quien es el padre.

Mi abdomen se ve como máximo dos meses o dos semanas, porque los cuatros saben que cada mujer es diferente, y puedo verme de dos semanas y ser dos meses, así que Thomas estaría incluido, ya que Alex y Thomas fueron con quienes tuve más sexo antes de venir a Londres, después lo hice con Christopher y Reece quienes también deben estar calculando.

Alex, por supuesto que sí, pero él no se vino en mi coño, lo hizo en mi culo, así que debe estar deseando que tenga dos meses, o algo así para poder que sea su hijo, al igual que Thomas, quien aunque tiene demasiados hijos, quiere uno conmigo.

Bingo, que inicien los juegos del hambre. Veremos que tanto pueden soportar, aunque dudo mucho que Christopher aguante con las ganas de saber si es hijo suyo. Arthur carraspea y sale de la habitación totalmente incómodo.

Le sonrío al doctor quien no sabe a dónde mirar.

—¿Me podría dejar a solas con estos imbéciles?

Asiente rápido como si esperara esa pregunta hace milenios de años, pero cuando lo va a hacer, Christopher lo agarra por la mano estrellándolo contra la pared en un movimiento muy agresivo.

—¡¿Cuánto tiene de embarazo?! —Le grita a la cara.

Me río sacándolo de las casillas.

—El no te lo va a decir porque eso es información que solo el paciente puede aceptar divulgar, y como no tienes mi autorización, ni muerto te la va a dar.

Reece se sienta a mi lado y en un movimiento que me deja pálida lleva su mano a mi abdomen tocando allí.

Christopher deja al doctor y se acerca a mí a zancadas rápidas hasta posarse frente a mí, quita la mano de Reece pero este no le hace caso y me sigue tocando.

—¡Entonces dilo tú! ¿Ese engendro es mío o no?

Alzo mi mirada topándome con la de él.

—¿Y quién mierda eres tu como para darme órdenes a mí, pedazo de mierda?

Mi respuesta lo deja desconcertado, ya que jamás en la vida lo había tratado así, aunque tuviéramos discusiones, jamás lo insulte así, o le conteste de mala manera, solo eran de bromas, pero con mi mirada y tono de voz, sabe que lo desprecio y él sabe por qué.

—Micaela...

Se une Alex Morgan.

—¿Qué quieres?

—Solo di cuanto tienes.

Mi risa los enoja más. Me subo la bata mostrando gran parte de mis heridas, y mi desnudez, pero eso no es mi cometido, lo es señalándole mi estómago un poco crecido.

—¿Cuánto me ponen?

Christopher se pone la mano en el puente de la nariz perdiendo los estribos, y Alex parece ponerse a calcular junto a Thomas.