Capítulo 39: Combate.

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No he pegado el ojo en toda la noche, tuve que buscar un nuevo departamento rápido, saqué lo poco que se salvó de la sangre, pero después me arrepentí. Era mejor irme rápido con Zeus, no sabía si Braulio volvería por mí y si lo hiciera no estaba preparada. No importaba si me mataba a mí, pero lo probable era que Zeus me trataría de defender y lo matarían por ello.

Las últimas horas he estado haciendo ejercicio, mi cuerpo duele pero no importa. Zeus duerme pacíficamente en la cama, hace algunos minutos lo logro hacer ya que el que yo estuviera despierta y alerta, el tambien me imitó.

No quiero dormir, añadiendo el hecho que no tengo sueño. Acabo de llamar a un viejo amigo que me ayudará con mi seguridad, aunque como ya dije, me importa más la de Zeus.

Es ahora lo único importante que tengo.

Mientras estoy haciendo ejercicio no he parado de llamar a Ilenko, a mi hermana, pero ninguno de los dos contestan. Cambio mi plan e inicio a llamar a Sasha y Aleska. Ninguna de las dos contestan y tal vez Salamaro lo hará.

Timbra dos, tres, cuatro, cinco veces hasta que me cuelgue la llamada. ¿Qué mierda está pasando? Me empiezo a preocupar y opto por llamar a Patrick.

El sudor empapa mi cuerpo por completo, las piernas me tiemblan y me levanto del suelo para dejar de hacer sentadillas. Me siento en la cama para luego acostarme al lado de Zeus que abre los ojos mirándome, los vuelve a cerrar pero con la diferencia que se acerca a mi acostándose en mi pecho.

Dios, es el único que parece amarme a toda costa.

Patrick contesta al tercer timbre y me arrepiento de llamarlo al ver que son las cuatro de la mañana.

—Hola, Patt, diculpa al llamarte a esta hora.

Un suspiro se escucha.

—Dime, me estaba bañando.

Miro al techo.

—Necesito un favor, pero son de esos que solo debemos saber tu y yo, sabes de que hablo.

—Entiendo, misión secreta.

Ríe y me contagia un poco.

—Te voy a mandar un número de teléfono y tú lo vas a rastrear. Me mandas la dirección cuando sepas.

—Listo.

—Vale, adiós que me está atacando el sueño.

—Adiós, Barbie.

Cuelgo y siento como los parpados se empiezan a cerrar. Antes de que me duerma le mando el número a Patrick que deja en visto. Bostezo y es como si todo el sueño se me echara encima durmiéndome al instante. Tal vez pasan dos o tres horas, pero cuando me levanto veo a Zeus en la puerta de la habitación, está estático con su mirada puesta en la puerta. Me levanto con cautela y salto del susto cuando ladra. El sueño sigue en mí asfixiándome, trato de tranquilizar a Zeus ya que para poder entrar a mi departamento tienen que tener la clave, o hackerarla y eso mandaría una alerta en todo el edificio causando que la policía esté aquí en segundos.

Es uno de mis tantos departamentos con seguridad.

Lo abrazo y camino hasta la habitación de pánico que tengo detrás del armario que lo oculta, coloco la clave y todo lo necesario para que sepa que soy yo. Se abre y entramos Zeus y yo, las cámaras de todo el departamento me dejan ver que hay una persona detrás de mi habitación.

Retrocedo el video de seguridad en otra pantalla para ver cómo entró, y quedo fría al ver como se sabe la clave para entrar como si no fuera la primera vez que lo hace. Activo el sistema de seguridad que me deja saber quién es, le analiza el rostro que se oculta tras una máscara, el rayo equis me deja ver a ¿Arthur? ¿Qué hace aquí y porqué entra como si me fuera a matar?

Destrucción (Los Morgan) [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora