1.6 Evasivo

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La primera vez que escuchó a Jeonghan cantar sus sentidos se nublaron, de pronto todo alrededor se volvió difuso y solo pudo concentrarse en la clara voz melodiosa que llegaba hasta él. Una sirena cantando, con un tono tan dulce y amoroso que podría endulzar a cualquiera, su mirada solo pudo separarse de él para mirar a la mujer que tenía a un lado quien sonreía complacida por la voz de su hijo.

Cuando Jihoon cantaba su voz no cambiaba tanto como la de Jeonghan. La voz a capela de Jeonghan lograba rebotar contra las paredes haciendo un sonido de eco alrededor, envolviendo a los presentes como un abrazo firme y suave a la vez. Sintió un escalofrió por el cuerpo del cual se avergonzó cuando la madre de Jeonghan soltó una pequeña risa.

—En la familia Lee hay grandes cantantes ¿no es así? No esperaba que Jeonghan te sorprendiera.— Dijo la mujer con la voz cálida. Ella estaba orgullosa de su hijo, su mirada satisfecha revelaba todo.

—Señora.— La voz de la ama de casa interrumpió a Jeonghan, sin embargo este no se detuvo. La mujer giró con una amable sonrisa y sin decir nada caminó hasta la puerta saliendo de la habitación.

Entonces se quedó solo con Jeonghan, con la linda y sutil melodía que estaba rodeándolo por completo, invadiendo sus oídos y metiéndose en lo más profundo de su cabeza. Lo ojos de Jeonghan lo enfocaron de un segundo a otro, su voz manteniéndose firme incluso en las partes más difíciles.

La mirada de Jihoon escapó de los ojos de Jeonghan y comenzaron a recorrerlo involuntariamente, desde su cabello claro hasta la tersa piel, y sus dedos aun vendados que no daban una pista de lo que ocultaban. Cuando terminó la canción y se quedaron en silencio Jihoon estaba demasiado concentrado como para reaccionar con la naturalidad.

—¿Tocas algún instrumentó?— preguntó regresando su mirada a su rostro.

—Guitarra acústica, pero prefiero no tocarla.— Respondió Jeonghan con desinterés. —¿hay algún instrumento que no toques?

Jihoon entrecerró los ojos, la mirada de Jeonghan no expresaba muchas emociones, parecía aburrido y alejado pero difícilmente era lo que presentaba con aquella pregunta, entonces tenía que prestar más atención a la postura, como Jeonghan se mantenía siempre recto y sus manos se movían lentamente acomodando su ropa.

—Puedo tocar la mayoría.— Respondió.

—Esa no fue mi pregunta.— Jeonghan lo miró como si no tuviera nada que ocultar, sus dedos resaltando entre sus manos, Jihoon estuvo sorprendido que el instrumento que Jeonghan tocaba no fuera el piano. —Cambiaré mi pregunta. ¿hay algo que no quieras tocar?

—Si.— Asintió. —Solo me gusta el piano.

Pétalo [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora