1.2 Exiliada

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Su madre fue clara cuando lo dejó en el tren "no le causes problemas a tu tía" ella incluso se preocupó por darle más explicaciones que quizás Jihoon no necesitaba, como el hecho de que su tía se había apartado de la familia desde que quedó embarazada a tan corta edad y el padre de la criatura jamás apareció. Bien, Jihoon no necesitaba saberlo, pero le emocionaba saber que ya era parte de esas pláticas adultas que su madre solía tener con los demás.

La plática adulta que siempre escuchaba a medias de niño era la misma; la tía innombrable para los abuelos, la hija menor, la consentida de todos y la prodigio de la música que había quedado embarazada del aire. Nadie conocía al padre de ese niño, ni siquiera lo habían visto, de hecho, la joven chica sin nombre no tenía ni siquiera un amigo para que este fungiera de sospechoso. Nadie se lo esperaba, sus maestros quedaron tan sorprendidos como sus hermanos quienes siempre la tomaban como una niña en lugar de mujer. Y para los padres, los abuelos de Jihoon, fue una completa vergüenza.

La tía innombrable se fue de la casa sin haber dado a luz, y la madre de Jihoon, la mayor de sus hermanos, estuvo realmente preocupada por ella. Y un año despues de todo eso nació Jihoon, el primogénito de la familia sin contar aquel niño bastardo que los abuelos no quisieron conocer. Entonces Jihoon llevaba el legado de la familia, tenía que ser un músico porque sus abuelos y sus padres eran parte de una orquesta, su vida giraba entorno a la música.

Jihoon aprendió de todos en su familia, aprendió de su abuelo a tocar el piano, de su abuela a cantar, de su madre aprendió a escribir, de su padre a componer. De sus tíos aprendió la guitarra, el bajo, la batería, la flauta y el arpa (que Jihoon odiaba por alguna razón). Entonces estaba listo para llevar el apellido Lee. Solo que su madre había insistido en hacerlo visitar a su tía, aquella chica innombrable que se volvió una mujer tras bambalinas. Su madre insistió que si su hermana menor no colaboraba con el aprendizaje de Jihoon entonces este estaría incompleto.

Sus abuelos no estuvieron felices con la idea, pero su madre se había aferrado a que al menos Jihoon la visitara ya que aquella mujer no tenía derecho de pisar Busan otra vez.

"Ella afinará lo que tengas que afinar" Le dijo su madre con aquella forma de hablar que irritaba un poco a los abuelos.

¿Qué esperaba de una mujer exiliada de su familia con un hijo en vientre a tan corta edad? Seguramente no la gigantesca casa que lo recibió. Quizás era más grande que la casa de sus abuelos, y sin duda más grande que la suya en Busan.

"Hace años que no veo a tu tía, así que se comprensivo con ella, Jihoon. Mi hermana ha pasado por mucho" Fueron las últimas palabras de su madre antes de que él se subiera al tren. Aun las recordaba tan lucidas, casi podía escucharlas nuevamente. En especial la última frase.

"Ella ha cometido muchos errores, pero sigue siendo mi hermana."


Pétalo [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora