Pétalo [Seventeen]

4.2 Escuchar

—No cantaras.

—¿Qué?

Jeonghan miró a su madre pero esta no lo miró a él, ella continuó organizando los papeles de su escritorio como si nada pudiera perturbar su calma, ni siquiera Jeonghan. Su madre mantuvo su mirada fría, como siempre, y se mantuvo firme negándose a repetir sus palabras, porque ella sabía que Jeonghan había escuchado perfectamente.

"No cantaras"

Algo peor que no ser perfecto, que no nacer perfecto y nunca llegar a serlo, era borrarlo como ese escalón al final para otros, porque delataban el hecho de que no era necesario. Jeonghan no era necesario para resaltar a Seungcheol y a Jihoon, porque ellos podían resaltar por si mismos. Y si Jeonghan no era un escalón entonces era un estorbo.

—Puedes ayudar a Seungcheol y a Jihoon, pero no te presentaras con ellos. Tu voz no es necesaria.

Algo peor que equivocarse era no tener la oportunidad de hacerlo.

—Jihoon escribió una letra para mi...

—Jihoon puede cantarla él mismo.

—Pero es para mi. La escribió solo para mi... él puede escribir canciones para si mismo, pero esta era para mi. Puedo cantarla...

—No es necesario.

Jeonghan sintió su corazón latir con fuerza ¿Por qué ahora su madre no quería escucharlo? Ella jamás lo había desplazado así ¿era por Jihoon? No. Quizás sí. No lo sabía, pero en ese momento estaba aferrándose a lo único que podía; la letra de Jihoon, la canción que hizo para él. Si su madre no confiaba en el mismo Jeonghan entonces tendría que confiar en Jihoon, tendría que confiar en su trabajo. Quizás Jeonghan no fuera necesario, pero Jihoon lo era.

—Puedo cantar, o...

—Jeonghan.— Su madre lo interrumpió mirándolo directamente. Y sus huesos se congelaron. —Sé que puedes cantar, lo que no puedes hacer es cantar a la altura de Jihoon y Seungcheol. E incluso si pudieras no tocas ningún instrumento como para valerte por ti mismo. Seungcheol y Jihoon están solos. Tú no vales nada solo.

Algo peor que no ser perfecto; ser inútil.

Dio un paso atrás antes de convencerse a si mismo de salir de la oficina antes de humillarse más.