Pétalo [Seventeen]

4.7 Patético

Jihoon se sentía patético observando las letras sobre la hoja blanca ¿desde cuando no podía cantar por si mismo? ¿desde cuando se sentía tan agobiado por escuchar su propia voz? Y es que las ideas estaban atormentando sus pensamientos, uno tras otro iban golpeándose contra las paredes imaginarias de su mente y se rompían generando ese estruendoso ruido. No podía callarlo, no podía escuchar más que su ajetreada cabeza.

Y era culpa de Jeonghan. Era culpa de ese chico que lo miraba con una sonrisa como si se burlara de él, que parecía no escucharlo, que solo se paseaba por el pasillo y desaparecía de su mirada.

Trató de concentrarse en el piano y su sonido, trató de concentrarse en cada tecla vaciando su mente por completo, pero era inútil, Jeonghan llegaba a él, se formaba en él, y Jihoon estaba cansado de ser consiente de Jeonghan incluso cuando este desaparecía por completo.

Jeonghan existía en la cabeza de Jihoon como una presencia permanente. Siempre allí, sin un inicio o fin predeterminado.

Dejó caer su cabeza hacia atrás mirando al techo dejando sus dedos sobre las teclas del piano.

Seungcheol se asomó.

—¿Estás nervioso?— Le preguntó con cierto tono burlón mientras se movía de su vista hasta el otro extremo del cuarto, donde su violin estaba en el suelo como si fuera un niño dejando afuera sus juguetes. —¿Quién lo diría?

—Estoy pensando.

—¿en que piensas?

En Jeonghan. En la boca de Jeonghan.

—En nada.

—No es una buena respuesta.— Seungcheol tomó el arco del violin. —Lee Jihoon, tus pensamientos son interesantes.

—O muy aburridos. Como él.— La voz de Jeonghan hizo que bajara su cabeza, su primo estaba allí, cruzado de brazos y recargado en la pared. —¿Por qué una persona tan aburrida tendría pensamientos interesantes?

Seungcheol exhaló una risa.

—Tiene más pensamientos que una persona estúpida, te lo aseguro. ¿Qué clase de pensamientos tiene Lee Jihoon?

—¿ahora?— Preguntó Jihoon. —Qué entonces no tienes pensamientos.

Jeonghan exhaló una risa, y también Seungcheol, solo que mucho más sarcástica y un poco molesta.