⛧ミ Capítulo 1

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Recuerdo bien cuando me dijeron que estaría en I-LAND, sería la única chica dentro y eso me saco muchísimo de onda, no tenía previsto participar (o sobrevivir) allí y muchos pensamientos se me cruzaron en ese momento.

Una chica rodeada de 23 chicos, nombre que tremendo todo, ¿verdad?

❝FLASHBACK❞

Iba caminando con varios libros cargando, mañana tenía un examen super importante y debía estudiar hasta que me cansara para obtener buena puntuación. Era la única condición impuesta por mi padre para cederme todo su apoyo absoluto a mi sueño de ser una idol, la primera de mi doble nacionalidad en lograrlo.

Una voz masculina me detuvo, mire atrás y se trataba de Bang Sihyuk, el ceo de Big Hit, empresa donde entreno desde hace dos años y medio.

___: Oh hola, buena tarde, disculpe no haberlo escuchado antes.

Alce mis libros con un poco de dificultad.

Bang PD: No te quitare mucho tiempo, solo es para avisarte acerca de I-LAND.

A caray, ¿Qué tengo que ver yo ahí?

___: Amm no entiendo.

Bang PD: Vas a estar en el programa.

Abrí mis ojos ante lo dicho y tanto era mi impresión que sentía que en cualquier momento se saldrían de mi lugar.

___: ¿Có-cómo?

Bang PD: Será un programa que estará a tu nivel y no puedo dejar pasar esta oportunidad para ti.

Sonrió cálidamente y después me deseo buena suerte, tanto en mi examen como en el programa.

Yo me quedé parada sin saber que hacer o que decir. Juraba que me daría el mimiski allí mismo, estaba que quería gritar, pero no sabía cuál emoción elegir. Sabía muy bien que Heeseung estaría allí, así que no me sentiría tan sola, supongo.

Cuando le cuente, apuesto quinientos pesos que no tengo a que reaccionara de dos formas: o se pone feliz por mi porque estaré junto a él en el camino a un posible debut o me echa un sermón de esos que un padre daría a una hija al estar rodeada de puros chicos.

❝FIN DEL FLASHBACK❞

Ese mismo día fui corriendo a contárselo, tuvo ambas reacciones así que me preparé mentalmente para el sermón cuando cayó en cuenta de que serían 23 chicos y una sola chica dentro. Me tuvo durante una hora en una de las salas de prácticas diciéndome miles de cosas a las cuales no preste atención porque estaba disque estudiando.

Él y yo nos conocimos justo el mismo día en que llegue a la empresa, después de haber hecho la audición y haber sido admitida. Ese día anda muy perdida, apenas estaba aprendiendo el coreano y se me dificultaban muchas cosas. Fui a parar a una sala que no era la correcta. En esa estaba él ensayando, me vio y yo me disculpe torpemente, noto que era nueva y que definitivamente mi coreano era del asco.

Tenía quince años en aquel entonces, era una huerquilla en su primera travesía, que no conocía del mundo y temía ser lastimada por el mismo. Temía no poder cumplir mis sueños y haber perdido el tiempo en venir acá, además, tenía miedo de romper la promesa que le hice a mis abuelos antes de salir de España para venir Seúl.

Ni-ki: ¿Estás despierta?

___: No, estoy meditando con los ojos abiertos.

Ni-ki: Pues se nos está haciendo tarde para ir al colegio por tu culpa.

___: No quiero ir.

Ni-ki: ¿Te sientes mal?

___: Si, me duele mucho estudiar.

Antes de que pudiera decir alguna de mis otras estupideces, Jay entro a nuestra habitación diciendo:

Jay: Te levantas ahora mismo, te duchas y pones tu uniforme porque irás al colegio, tienes una semana sin ir mocosa.

___: Es que no quiero ir.

Jay: ¿Razón?

Ni-ki: ¿Te siguen molestando?

Un detalle resaltante en mi historia: cuando llegué a Seúl, mi tía, hermana de mi papá, que se ofreció a cuidarme todo el tiempo que fuese necesario, estuvo batallando demasiado para acomodarme en un colegio.

En mis primeras semanas, las coreanas, sobre todo, se burlaban de mi color de piel, la forma en la que vestía, mi doble nacionalidad y también la forma en la que hablaba el idioma. En España, era conocida por ser calmada, discreta y amable, pero era hasta donde yo quise. Ellas terminaron de hincharme las bolas inexistentes y mostré mi otra faceta.

Ósea, soy española, pero mi otra nacionalidad es mexicana así que súmenle lo española con lo mexicana, nembe, soy un desmadre total sin arreglo cuando rompen el candado.

___: No, ya no, las puse en su lugar desde hace mucho.

Jay: ¿Entonces porque no quieres ir?

___: Es que tengo flojera.

Ni-ki: Flojeritis aguda como tú dices.

Asentí riendo.

Jay: Bueno, tengo el remedio perfecto para que te levantes y vayas al colegio.

Madres, ya valí.

Jay: ¡SUNOO DILE A HEESEUNG QUE ___ NO QUIERE IR A LA ESCUELA!

___: ¡NO ES CIERTO YA ME LEVANTÉ, YA ME LEVANTÉ NO LE DIGAS NADA!

Salí corriendo en pedo tomando mi toalla y el uniforme, corrí a Jungwon del baño y lo tomé yo para ducharme. No tarde ni diez minutos dentro, salí bañada y con el uniforme puesto, bien peinada y sonriente para que Heeseung no viera que aun traigo las lagañas de la noche anterior.

Heeseung: ¿Qué no te querías levantar?

___: Aquí la gente inventa cada cosa.

Sonreí alzando los hombros y yéndome a la cocina para prepararme algo y desayunar.

No es que le tuviera miedo a Heeseung, neta no le tengo miedo, se los juro, pero luego sabe dónde darme y por eso prefiero levantarme como buena niña que quiere ir al templo del saber.

___: No permitiré que levanten falsos en mi contra.

Jake: No es necesario que te levanten falsos, nosotros lo sabemos.

___: En esta casa todos están en mi contra.

Dije dramáticamente dejándome caer al lado de Sunoo.

Sunghoon: El dramático aquí es Jungwon y Jay hyung.

___: Calla yo soy la drama queen aquí bitch please.

Jungwon: No intentes quitarme mi lugar, rata.

___: Ven aquí y arreglémonos como los hombres, bestia.

Sunghoon: Eres una mujer, tarada.

Ay que cosas, siempre se me olvida que soy.

ꜱɪᴇᴛᴇ ʏ ᴜɴᴀ ᴍᴀꜱ | ᴇɴʜʏᴘᴇɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora