Evangeline | Internado secreto © | COMPLETA

Capitulo 9 † Daga.

Capitulo 9– Daga

Evolet.

—¿Que estás leyendo?—me acerco a Brock.

—Como dos idiotas se enamoran.

Responde repasando el número de la página y cerrando el libro.

Sus ojos ámbar me observan mientras su semblante está relajado.

—Tu cabello.—llevo las manos a sus hebras apenas con rastros de verde.

—Es un desastre. —concluye cerrando los ojos cuando cuelo mis dedos entre su cabello acariciándolo.

—Me gusta, te ves lindo.—detengo las caricias, abre sus ojos.

Se acerca a mí para besarme. Cruzo el rostro, sus labios terminan posándose en mi mejilla.

—Armin...

Advierto mirándolo, me siento culpable. Siento que lo estoy engañando.

—¿Ese idiota no ha hablado contigo?—alza una ceja y niega.

—¿Sobre qué?

Toma mi rostro con su mano, relame sus labios se vuelve a acercar a mi quedando a centímetros de mi boca.

—Resolvimos el asunto, ambos queremos estar contigo. La verdadera y más importante interrogante es: ¿Estás de acuerdo en tener algo con ambos?

Pregunta con seriedad, mi boca se seca. Una enorme duda se implanta en mi mente ¿Si digo que no qué sucederá?

—No hay presiones Evolet, puedes decir que no. Jamás te pienso obligar a hacer algo que no deseas.

Sus ojos me dan seguridad.

—¿Cómo funciona eso?—cuestiono, una sonrisa se planta en sus labios. Me da un beso corto que me envuelve en un estado de enamoramiento leve.

—Sales con él y conmigo.

Responde con simpleza.

—¿Tú estás de acuerdo con eso?—cuestiono. Jamás habia conocido a alguien tan abierto.

La mayoría de las personas se negaría rotundamente a una idea como está.

—No estamos en condiciones de odiarnos entre nosotros—admite—. Cuando salgamos de aquí, Evolet...

Se acerca a mí rostro, sus manos quedan en mi cintura acariciándome.

—Ten por seguro que voy a hacer todo lo posible para que seamos solo tú y yo. —termina besándome.

Su beso es suave, nada apresurado. Es disfrutable, lento; es ese tipo de beso que deseas experimentar toda la vida.

Sus labios delgados son suaves y expertos. Cuando nos separamos siento una sensación hermosa en mi pecho.

Estamos solos en la habitación negra, las chicos salieron a comer. Al parecer ahora tenemos más libertad.

Podemos caminar por las instalaciones de este manicomio con libertad, como si ahora formáramos parte de esta secta.

—Brock...

—Evolet...

Ambos sonreímos. Creo que me estoy enamorando, me asusta pero al mismo tiempo me da libertad.

Para algunas personas el amor es una cárcel, pero para mí y en estas condiciones es la única libertad que puedo experimentar.

—Sabes... Una vez leí que las personas son más propensas a enamorarse cuando están en peligro.