Capitulo 21† Qwer

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Capitulo 21– Qwer

Evolet.

Las horas pasan y no existe noticia de ella, muerdo el interior de mi boca repetidas veces sacándome pequeños trozos de piel, la ansiedad me consume mientras la preocupación empeora. Llevo horas viendo la tele de la habitación, con miedo.

El televisor no ha sido encendido, no hay noticias de ella desde hace cinco horas. ¿Y si murió? No me pude despedir.

El negro de la habitación me consume, es como estar en el vacío. Cómo si la paz se haya esfumado, como si la oscuridad lo fuera todo porque ha absorbido todo lo demás.

Siento la presión en el pecho, esa presión que te hace la respiración pesada, tengo ese nudo que te impide hablar. Ahora estoy ahogada en mis propios sentimientos, me ahogo mientras al mismo tiempo me quemo.

Inevitablemente los llantos de Ekate cesaron, lloro hasta quedar dormida. Dante está perdido en sí mismo, con su mirada perdida en Ekate, estoy segura que ambos experimentamos la misma ansiedad ahora.

Armin se ha terminado dos cajetillas completas. No ha parado de fumar en todo el rato, la habitación huele a cigarrillo por completo y eso sumado a todo lo que ocurre en este momento, no lo hace un escenario agradable.

Brock ha estado tomando mi mano hasta que sus ojos se cerraron por el cansancio. Lo arrope con la manta, el verlo junto a mí me calma un poco.

Se oyen ruidos en el pasillo, la puerta se abre y Annika ensangrentada es arrojada al interior de la habitación. Suelto un grito horrorizado por su condición y corro hacia ella.

—¡Annika!—me acerco y la tomo de los brazos, tiene el rostro lleno de sangre, varias cortadas en el pecho y en las piernas. Una enorme herida en el abdomen y la ropa interior antes blanca es lo único que cubre su cuerpo.

Los chicos corren para ayudarme, Dante es el primero en llegar. Seguido de Brock y Armin.

—¡No me toquen! —le dice a los chicos, —. Déjenme en el suelo—ordena en un aludido, su voz se quiebra.

La presión crece en mi pecho.

—¡Vayan a la puta enfermería y sí es necesario roben cualquier mierda!—grito desesperada, al parecer Ekaterina cayó en una estado de sueño profundo porque mis gritos no la despiertan.

—Cuídala Evolet. No dejes que se vaya. —me pide Brock y yo asiento, los chicos salen del lugar dejándome sola con la morena.

—Vas a estar bien, las heridas curarán y estarás bien—la acunó en mi cuerpo, ella sonríe forzadamente, sus ojos me ven apagados.

—Sabes que eso no sucederá.—ríe con dolor y mi llanto se desata.

—No digas eso...

—El dolor es demasiado, solo quiero morir—algunas de sus lágrimas se mezclan con la sangre que inunda su rostro—. Sabes yo jamás he creído en un dios, jamás he creído en las religiones, jamás pensé que viviría otro infierno...

Su voz sale débil y mis lágrimas no dejan de salir.

—Pero de algo estoy segura y es que; sí existe un maldito dios, esté tendrá que rogarme a mí para obtener mi perdón, porque toda esta mierda que he vivido no tiene justificación.

Suelta un jadeo lleno de dolor que eriza mi piel. Siento como sus palabras se cuelan en lo más profundo de mi ser. Es doloroso.

—Annika...—susurro.

—Quiero que cumplas tu promesa, ve con mi chica y dile que la amo, por favor...

Yo niego, ella no puede morir.

Evangeline | Internado secreto © | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora