Capitulo 17 † Intercambio.

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Capitulo 17– Intercambio.

Evolet.

Luego de la pelea llevé a la enfermería a Armin, el idiota terminó con el labio roto y el pómulo amoratado.

Brock si que sabe dar golpes.

El peliblanco apenas fue herido por Armin, en realidad, solo fueron heridos sus nudillos de los golpes que le propino al pelinegro.

Luego de un regaño de mi parte hacia los dos para luego limpiar y vendar los nudillos de Brock, los chicos no discutieron más. Incluso se disculparon, obviamente yo los empuje a ello.

—Lo siento, idiota.—Brock se disculpó”.

“—Como sea, no golpeas tan fuerte—Armin alzó los hombros.”

—A ver, bésense como colegas—Annika los molestó y yo golpeé su hombro”.

El tema se cerró bajo un acuerdo entre todos de no mencionar nada sobre ese beso.

Por otra lado, Annika ya está mejor, el hematoma antes púrpura ahora es de un amarillo claro. La noto decaída, creo que la charla del otro día ronda por su cabeza constantemente, es ridículo, ella no va a morir.

«Es imposible».

Ekaterina y Dante salieron de la habitación en la mañana, no se donde pueden estar. Armin por otro lado, se fue hace una hora con una cajetilla en su mano, sus ojos azules me miraron y luego desapareció por esa puerta. Annika tampoco está en la habitación.

—¿Me ayudas con mi corte?—Brock se acerca a mí con una tijeras de metal relucientes.

—¿Ah?

No comprendo a qué se refiere.

—Mi corte de cabello, Ev.—reitera,  viéndolo bien tiene el cabello un tanto desaliñado, algo comprensible teniendo en cuenta el tiempo que llevamos aquí:  casi dos jodidos meses.

La libertad cada vez está menos a nuestro alcance ¿Y si nunca salimos de aquí? ¿Que sucederá con nosotros? ¿Podremos aguantar tanto tiempo encerrados? No, no lo creo, terminaríamos volviéndonos unos dementes.

—Busca debajo del colchón de Dante, debe tener hojillas. —luego de un asentimiento de cabeza se dirige a la litera, busca en la cama de Dante y como deduje; hay hojillas.

Toma una nueva y me la entrega.

—Al suelo.—le ordenó con una sonrisa, el niega divertido.

Se sienta en el suelo negro, al ser el un tanto más alto que yo no puedo sentarme así que me pongo de rodillas para estar un poco más alta que él y poder ver correctamente su cabello.

Tomo las tijeras plateadas entre mis manos.

—Solo no me dejes pelón. —suplica en un tono bromista, yo río.

—Descubriste mi verdadera intención—paso mis dedos entre sus hebras—.¿Dónde está el...?

—Ten.—me muestra el peine, me leyó la mente.

Comienzo a peinar su cabello, no soy experta en esto pero veamos que resulta. Detallo su cabello un poco; blanco, sedoso, suave. Con las tijeras corto un poco de su cabello blanco, las hebras caen al suelo y repito lo mismo con varios mechones, es impresionante como un poco de cabello puede hacer tanta diferencia.

Varios centímetros de cabello caen al suelo. Mierda estoy nerviosa ¿Que sucede si no le gusta? Suspiro continuando con mi labor arreglando su corte.

Evangeline | Internado secreto © | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora