Capitulo 2 † Bienvenidos.

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Capitulo 2 – Bienvenidos.

Evolet.

Una alarma resuena por toda la habitación, me despierto con el corazón acelerado. Veo a varias personas sentadas en distintas camas, no entiendo porqué no estoy en mi cama dentro de mí habitación, hasta que los recuerdos de la madrugada llegan a mi mente, cualquiera juraría que fue un sueño pero no, es real. Nos secuestraron y estamos retenidos en una iglesia.

La misma monja de ayer entra la habitación, la puerta de metal capta mi atención, tiene un foco a su lado izquierdo en este momento está verde pero ayer antes dormirme lo ví rojo.

Creo que el color del foco indica cuando la puerta está con seguro o no. «¿Y si solo quieren que piensen que está cerrada cuando no es así?» un pensamiento me invade.

—Hay tres baños, deben compartirlos. Primero y sexta, les toca el A. Segunda y quinto les toca el B y la tercera va con el cuarto al C.—dicta la mujer mayor vestida de monja—. En 30 minutos deben estar delante de la puerta, el qué no esté listo lo sacaremos a la fuerza como sea que este.

Advierte y sale de la habitación azotando con fuerza la puerta de metal.

—¿Cómo sabemos quién es quien?—pregunto.

Primera, cuarto, noveno. No entiendo.

—Deduzco que se refiere al orden en que nos secuestraron.—habla Brock con la mano en la barbilla.

—Yo soy el primero y tú la sexta—Armin se acerca hasta mi, —compartiremos baño, cielito.

Una vasta sonrisa se adueña de sus labios.

Resoplo ante su estúpido apodo y me doy la vuelta entrando a uno de los baños. Tiene dos duchas con cristales mate que no permiten ver a través de ellos con claridad sino que solo se ve la silueta.

El pelinegro entra después de mí. Se saca la camiseta y los pantalones como si mí presencia no importará.

—Pero ¿Qué cojones haces?—intervengo cuando veo que piensa quitarse el bóxer.

—Eh, me voy a dar una ducha. ¿No es obvio?— abre la puerta de cristal.

—¡No te puedes desnudar delante de mi!— reclamo.

—No es nada, no creo que no hayas visto un pene antes—se encoje de hombros, se detiene un segundo para mirarme—.También deberías desvestirte, debes tener lindas tetas.

Observa mis pechos por encima de la camiseta.

Tomo una barra de jabón y se la aviento, no me gusta que me miren de esa forma.

—Gracias por el jabón.—lo agita en su mano con una sonrisa. Se saca el bóxer, por suerte su culo es lo uno que logro ver. Lo tiene redondo y voluptuoso.

«Tiene mejor culo que yo».

Cuando se oye el agua caer me quito la camiseta, quedando en corpiño. Me saco mis pantalones de mezclilla, abro la puerta de la regadera y entro, una vez ahí terminó de sacarme la ropa quedando totalmente desnuda.

Abro la llave de la regadera y el agua comienza a caer, exhalo aire por mi nariz con el contacto del agua fría.
Poco a poco me relajo con el agua resbalando por mi cuerpo, lavo mi cabello y paso el jabón por mi abdomen hasta tener todo mi cuerpo enjabonado.

Me retiro el jabón, pienso en que seguramente ya las autoridades nos están buscando tratando de deshacerme de la preocupación y la sensación extraña que tengo.

Tomo una toalla y la envuelvo alrededor de mi cuerpo, me pongo una más pequeña en la cabeza envolviendo mi cabellera pelinegra. Mi piel blanca luce tersa luego del baño.

Evangeline | Internado secreto © | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora